Y es allí, en esa casa ya abandonada de un pueblo de la provincia de Guadalajara, donde aún seguía la carta que nunca llegó a su destino, quizá por un capricho del tiempo o quizá porque su autor no quiso enviarla ni finalizarla. Puede que nunca pensase hacerlo...
Y continuaban, en lo que parecía haber sido un hogar, los muebles, la ropa, los utensilios de cocina, los libros...
Todos menos ellos.
Todos menos ellos.
3 comentarios:
Jodeeeer
Jodeeeeeeer
Como me pones los dientes largooos.
GRBKJYKJDGJVXVKSD
Hace ya tanto tiempo, que la casa se debe haber venido abajo. Jo!
:(
Me están entrando unas ganas de coger carretera y manta dirección a la Sierra Pobre...
Me ha gustado. Cómo sigue?
Lo has escrito tú?
Pues en un momento de inspiración...hasta yo tengo ganas de saber cómo sigue...
:)
Publicar un comentario