18 de octubre de 2007

Y se puso a pensar en Málaga...

Dicen de él, de Rodin, que era un hombre bajito y con gran talento. Quizá su ajetreada vida amorosa supuso un gran estímulo para sus creaciones. Fue un autodidacta y ya por sus esculturas se puede decir que un gran amante de la vida en movimiento.
Esperemos que aquí "El pensador" se sienta como en casa y deje de preocuparse entre "pescaítos" fritos y deliciosos gazpachos.

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