
18 de julio de 2008
4 comentarios:
He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.
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Serena, blanca, radiante...Así estaba la playa esta mañana en horas tempranas.
ResponderEliminarDespués, comer bajo las parras, charlar, relajarse viendo el mar desde la mesa...
Y al final, una despedida de sol en el atardecer y casi anochecer de un día perfecto.
Grata sensacion, los castillos, aun algunos seguimos haciendolos, enseñando a las generaciones venideras como hacer un barca en la orilla.
ResponderEliminarsaludos
Por fin te has rebozado en la arena :P
ResponderEliminarPues el atardecer de ese día en mi tierra rodeada de montañas, me regaló unos resplandores espectaculares de una lejana tormenta, hasta la luna llena se había ocultado.
Y nunca mejor dicho, Raiña. Soy de las que me tumbo sobre la arena de la playa y sobre todo me gusta en la orilla, mientras las olas juegan como los niños...
ResponderEliminar:)
¡Fuera toallas!
:D