Pues el atardecer de ese día en mi tierra rodeada de montañas, me regaló unos resplandores espectaculares de una lejana tormenta, hasta la luna llena se había ocultado.
Y nunca mejor dicho, Raiña. Soy de las que me tumbo sobre la arena de la playa y sobre todo me gusta en la orilla, mientras las olas juegan como los niños... :)
4 comentarios:
Serena, blanca, radiante...Así estaba la playa esta mañana en horas tempranas.
Después, comer bajo las parras, charlar, relajarse viendo el mar desde la mesa...
Y al final, una despedida de sol en el atardecer y casi anochecer de un día perfecto.
Grata sensacion, los castillos, aun algunos seguimos haciendolos, enseñando a las generaciones venideras como hacer un barca en la orilla.
saludos
Por fin te has rebozado en la arena :P
Pues el atardecer de ese día en mi tierra rodeada de montañas, me regaló unos resplandores espectaculares de una lejana tormenta, hasta la luna llena se había ocultado.
Y nunca mejor dicho, Raiña. Soy de las que me tumbo sobre la arena de la playa y sobre todo me gusta en la orilla, mientras las olas juegan como los niños...
:)
¡Fuera toallas!
:D
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