Esa mezcla mágica en la que fantasía y realidad se entrelazan hasta confundirse. Esos recuerdos de infancia que no se sabe si son reales o son fruto de una imaginación desbordante. Esa vida que pasa, que se puede tocar o no, que se puede endulzar con sueños y anécdotas que brillan entre discursos oscuros. Esas historias que nunca mueren y que siempre provocan esa permanencia eterna de la persona que las cuenta.
Y, de repente, un cuento con un bonito aprendizaje entró en mi casa el sábado por la noche.
Y, de repente, un cuento con un bonito aprendizaje entró en mi casa el sábado por la noche.
Un poco larga, pero reconozco que me gustó mucho cuando la ví, hace ya años!
ResponderEliminarEs lo que tú dices, un cuento, con la misma cadencia que los cuentos infantiles :-)
Ya sé que eres una fan de Tim Burton, m. A mí aun me quedan por ver muchas de este director.
ResponderEliminar¿Alguna sugerencia?...
Eduardo Manostijeras
ResponderEliminar"Ed Wood" o "Sleepy Hollows". Pero no son más que cuentos...
ResponderEliminarNo me gustó "Charlie y la fábrica de chocolate", y mira que el libro ya era de mis favoritos de pequeña..