22 de noviembre de 2008

La ciudad que me acoge

Fuente de la fotografía: Compostela

Y mientras la ciudad se moja con lluvia menuda, sus calles se visten de olores de comida y vinos que se saborean entre palabras compartidas, bullicios y silencios. La catedral nocturna juzga a los paseantes que corren entre la niebla y los libros se abren para mostrar toda su sabiduría en recogidos lugares de calma y pasado. Algunos peregrinos llegan y otros se van, la musiquilla de las tiendas suena con nostalgia y el agua sigue corriendo entre las piedras creando nuevas formas que no olvidan las viejas. Difícil olvidarlas en un lugar como éste.

Fuente de la fotografía: Ciudades Patrimonio

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi última visita a Santiago fue en marzo de este año. Guardaba un excelente recuerdo de mi anterior visita. La he vuelto a ver con ojos nuevos y me sigue encantando.

También me gusta mucho el texto que decribe la vida de esa ciudad con sello propio.

Felices sueños

El hidalgo caballero dijo...

Estuve en el mes de julio y si me gustó de día, de noche aún más, con ese bullicio de las calles principales, sobretodo donde se apiñan los restaurantes y la tranquiliadad, como tú dices silencios, de los lugares adyacentes. Me encantó. Tenía su magia.

Campurriana dijo...

Julio, y seguro que si vuelves será otra ciudad la que vean tus ojos. Aquí la cultura se sigue moviendo en forma de exposiciones, de bibliotecas con historia, de tabernas que nos cuentan (o nos hacen imaginar) aquellas conversaciones. Me impresiona la fachada de la catedral y eso que la veo mil y una veces. Soy capaz de desviar mi camino para volver a verla otra vez. Supongo que se me pasará o eso dicen los que habitan por aquí...
:)

Hidalgo, a mí me encanta Santiago de noche. Me atrevería a decir que más que de día. Y algo más...me gusta ese Santiago mojado por la lluvia y vestido por paraguas...
Quizá no tanto esto último cuando bajo hasta el centro...aun así, no concibo un Santiago con mucha luz y soleado en las primeras imágenes de la ciudad que me vienen a la mente...

Feliz domingo, navegantes.

JP dijo...

Bonita ciudad, amiga virtual.

Por Cantabria la lluvia nos ha dejado sólo un par de días en el último mes, y a algunos les empieza a afectar incluso en el ánimo.

Estamo en contacto.

Saludos,

JP

Campurriana dijo...

JP, es cierto que la lluvia también afecta al ánimo y, sobre todo por estos lares, a los huesos...

Cuando sea mayor quiero pasar la mitad del año aquí y la otra mitad por algún que otro lugar menos húmedo de nuestra piel de toro...

Me alegro de verte y claro que seguimos en contacto.
Un saludo.

Sylvia Otero dijo...

Qué bien escribís! (tendría que poner "qué bien escribes" pero no sería yo).

Santiago de Compostela me trae gratísimos recuerdos recientes ya que fue la primera ciudad gallega a la que llegué el 11 de setiembre pasado.

No la pude disfrutar por la noche, pero pude recorrer un poco durante una mañana.

Gracias por avivar ese lindo recuerdo.

Buen domingo!

Campurriana dijo...

Sylvia, me alegro de que te haya gustado. Es mi pequeño homenaje a un rinconcito con mucha historia. Hay muchos por este mundo todavía y espero que la globalización no provoque una desaparición total de nuestras raíces; que no todos nos convirtamos en hijos de un mismo lugar en un futuro, que todos sigamos aprendiendo del pasado y de la variedad de tantas y tantas formas de vida...

¡Qué filosófica me he puesto!
:)

Feliz domingo para tí también.