6 de diciembre de 2008

Ciudad de cristal y de lluvia...

Fuente de la fotografía: Puerto de La Coruña

Y mientras transcurría lentamente la mañana, la lluvia mojaba el suelo de la ciudad de cristal. Aquí el tiempo no nos detiene. Cogí el paraguas y salí a pasear cerca de los barcos que posan en el pequeño puerto deportivo, como si estuviesen deseando mostrarse de nuevo para recientes fotografías. La Coruña es una ciudad que se deja tocar. Durante las primeras horas del día tiene una luz especial, incluso en los días oscuros como el de hoy. Me gusta sentarme en una vieja cafetería que hay en la zona y observar la vista a través de la ventana mientras hojeo el periódico con un café caliente. Observo a mi alrededor y veo a una pareja charlando animadamente, a un chico leyendo un libro muy concentrado, a un hombre que escribe en una libreta lo que parece ser un diario de viaje...
Pasan melenas revueltas frente a nosotros, viento que se hace notar, agua que acaricia...

Todo transcurría en ese pequeño escenario en el que me he metido esta mañana casi sin darme cuenta. Todo y más, por el reflejo que ofrecen las galerías de cristal que lucían aun más brillantes.

2 comentarios:

Carla dijo...

¡Menuda imagen fantástica! ¡De cuento!
Durante la Navidad espero acercarme algún día a Coruña, y te te aseguro que hasta entonces llevaré conmigo tus palabras!

Campurriana dijo...

Cendra, me alegra que te haya gustado. La imagen es fantástica, desde luego. Refleja la magia de ese rincón de la ciudad que tanto me gusta pisar. Un paseo de fin de semana al lado de este mar es realmente reconfortante.

Feliz tarde de domingo y espero puedas venir a La Coruña próximamente para poder tocarla de verdad...
:)