13 de diciembre de 2008

¿Qué tienen en común estos personajes?







2 comentarios:

Campurriana dijo...

Prepotencia, buenas sombras que cobijan, aburrimiento, ignorancia, estrechez de miras...

Pues que a ninguno Campurriana le enviaría una felicitación por estas fechas. Claro que hablo de personajes y no de personas...Quizá si les conociese de verdad no opinaría lo mismo...o sí...

Anónimo dijo...

Creo que lo último que has dicho es lo más seguro.
A veces siento que podría enviar una tarjeta de felicitación a Hitler (le pediría que le dé recuerdos a Judas).
Pero son de esas veces que no me he encontrado todavía con la vecina de al lado, que es una perra que le ha cortado todas las hojas verdes que le habían salido a la planta que habíamos sacado al rellano para que reviviera con los rayos de sol (cosa que apenas estaba empezando a hacer, muy lentamente y sin muchos aspavientos, como funciona el mundo vegetal), o se dedica a regarnos la otra que es palmariamente artificial (aunque no creo que sea una palmera), no porque sea ella sea una perra vegetariana -dejó todas las hojas tiradas en el suelo- o porque las plantas artificiales tengan sed -deja siempre todo el suelo encharcado-, sino sólo porque sí, por el gusto de hacer daño, o porque opina que el rellano es suyo (eso sí es normal: es la única que lleva varios años sin pagar por mantenerlo...). Se me ocurre que debe ser que le j...que abriéramos el portal al albañil al que contrató para reformar su piso uno de esos sábados que intentó cobrarle...(mientras estuvo trabajando le abría siempre ella) ¿O tal vez será porque ella misma decidió contarnos así de sopetón ese día que nos habíamos limitado a darle sin abrir una caja que nos había entregado el cartero porque no estaban que lo que había dentro era una Wii que se había encargado el "güebón" (sic) de su hijo en vez de irse a vivir con una novia?).
En esas ocasiones pienso que no tendría mucho sentido que el Führer se enviara tarjetas a sí mismo y que la vecina tiene toda la pinta de ser judía ashkenazim.
No te rías, Zaplana, que tú también tenías vecinas así antes de entrar en política (y sabe Dios qué opinas tú del Führer).
No,no, definitivamente no tengo ningún derecho a pedirte que le envíes tarjetas a Zaplana...
Además, no se lo tomaría bien. Figúrate que el periodista iraquí que le regaló un par de zapatos a Bush por estas Navidades ya está detenido...