24 de febrero de 2009

Enorme, histórica y descuidada...

Así la define Orhan Pamuk, cuyos relatos de la ciudad son buen testimonio de la vida que lleva dentro; en sus calles y en las profundidades de las aguas que la rodean. Vuelvo a sentir Estambul como una ciudad mágica cuyo recuerdo produce en mí sensaciones de cuento. Como si ese lugar no existiese realmente. Como si el bullicio formase parte de una fantasía que vivieron algunos de los personajes de una historia leída hace mucho tiempo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tengo el libro a medias desde hace meses, y mira que me está gustando! a ver si saco un hueco de alguna parte y lo termino de una vez...