19 de marzo de 2009

De novo, O Principiño...

Gústame moito o solpor. Imos ver un solpor...

Pero hai que agardar.

¿Agarda-lo que?

Agardar que o sol se poña.

Ó principio sorprendícheste moito, despois riches de ti mesmo e dixeches:

Sempre penso que estou no meu planeta.

En efecto. Todo o mundo sabe que cando é mediodía en Estados Unidos ponse o sol en Francia. Abondaría con visitar Francia durante un minuto para asistir ó solpor, pero desgraciadamente Francia queda demasiado lonxe. En troques, no teu pequeno planeta abondaba con arrastra-la túa silla algúns pasos e contemplába-lo crepúsculo cada vez que o desexabas...

E logo engadías:

¡Un día vin pórse o sol corenta e catro veces!

¿Sabes? Cando un está moi triste gusta ve-lo solpor.

Entón, o día das corenta e catro veces estarías moi triste, ¿verdade?

Pero o principiño non me respondeu.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me sigue gustando ese pequeño personaje, el zorro, el aviador y alguno de sus personajes. Me gusta en todos los idiomas que lo he leído y por supuesto ahora que leo su versión gallega.

Hace algún tiempo, conocí también a la rosa. De verdad que era muy delicada y cuenta muy bien su historia. Se llamaba Consuelo Sucín y escribió un maravilloso libro titulado: "Memorias de la rosa". Vale la pena leerlo para conocer de verdad al aviador que un día aterrizó en el desierto con el motón de su aparato estropeado.

La rosa lo conocía muy bien y la verdad, le hizo sufrir bastante con sus veleidades. Las de ambos.

http://rinconaufrago.blogspot.com/2008/12/la-otra-historia-del-principito.html

Campurriana dijo...

Náufrago, desafíaba este pequeño libro el sentido del espacio. Nunca tantas enseñanzas juntas hemos visto en un texto tan breve, tan acertado, tan denso a la vez...

Lástima no saber francés. No entiendo esa presentación que cuelgas en tu entrada y lo que relatas promete. ¿La puedes conseguir en castellano?...

Fran dijo...

O mellor está por vir :)

Campurriana dijo...

Sempre, Brigantium. Sempre.
;)