Cuando sale la luna
se pierden las campanas
y aparecen las sendas
impenetrables.
Cuando sale la luna,
el mar cubre la tierra
y el corazón se siente
isla en el infinito.
Nadie come naranjas
bajo la luna llena.
Es preciso comer
fruta verde y helada.
Cuando sale la luna
de cien rostros iguales,
la moneda de plata
solloza en el bolsillo.
Federico García Lorca
2 comentarios:
La luna de Santiago, supongo.
Me gustan tus paseo, Campurriana.
Un saludo mediterráneo
Pues sí, Fermín. Esta vez se ha acercado hasta aquí...
;)
Felices sueños.
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