1 de agosto de 2010

Paseo de luna













Me encanta que me acompañe la luna en mis paseos nocturnos. Merece mil y un poemas.


LA LUNA ASOMA

Cuando sale la luna
se pierden las campanas
y aparecen las sendas
impenetrables.
Cuando sale la luna,
el mar cubre la tierra
y el corazón se siente
isla en el infinito.
Nadie come naranjas
bajo la luna llena.
Es preciso comer
fruta verde y helada.
Cuando sale la luna
de cien rostros iguales,
la moneda de plata
solloza en el bolsillo.

Federico García Lorca

2 comentarios:

fermin dijo...

La luna de Santiago, supongo.
Me gustan tus paseo, Campurriana.
Un saludo mediterráneo

Campurriana dijo...

Pues sí, Fermín. Esta vez se ha acercado hasta aquí...
;)

Felices sueños.