Campurriana debe confesar que le gusta mucho más comer que cocinar. A su edad todavía no ha aprendido tantas cosas de cocina que incluso hasta se sonroja sólo pensándolo. Nunca es tarde y, según dicen, todo es ponerse. Creo que este mes de septiembre llama a encerrarse entre fogones y empezar a probar recetillas, trucos, inventos gastronómicos varios y otros consejos de amigos más o menos experimentados que nunca vienen mal y muchas veces, por sencillos que parezcan, no se conocen.
Pues eso, si algún navegante desea compartir alguna receta fácil o uno de esos truquillos de cocina que nos hacen la vida más sencilla, pues bienvenido sea...
Por cierto, este bodegón de Willem Claesz. Heda maravilloso...
También pude disfrutarlo en el Rijksmuseum.
¡Preciosa!
ResponderEliminarServidor,es también mejor comedor que cocinero. Y quizá, si las circunstancias 'hubieran sido' otras (pluscuamperfecto), quizá no 'habría sido' del todo malo.
ResponderEliminarDemasiado subjuntivo:-)
Yo soy cocinero y comedor. Os voy a aportar un post que escribí hace tiempo para hacer torrijas. Puede que no sea el momento pero cuando apriete el frío, os lo podéis plantear: este es el enlace: http://goyadas.blogspot.com/2010/03/torrijas-time.html
ResponderEliminarYo soy cocinero y comedor. Os voy a aportar un post que escribí hace tiempo para hacer torrijas. Puede que no sea el momento pero cuando apriete el frío, os lo podéis plantear: este es el enlace: http://goyadas.blogspot.com/2010/03/torrijas-time.html
ResponderEliminarLogio, este bodegón es tan complicado que hasta parece mentira que el autor no guardase una cámara en sus bolsillos...
ResponderEliminarNáufrago, las circunstancias nos hacen. Vaya si nos hacen...
Goyo, he leído tu receta y me parece una buenísima aportación. ¡Menuda pinta!
sea como fuere, siempre acompañado de un buen pan de Orzales¡¡¡¡
ResponderEliminarKpax
Advierto que las torrijas son un postre contundente... pero están tan buenas... Suerte en los fogones.
ResponderEliminarKpax, no conocía el pan de Orzales y bueno es saberlo. Por Galicia no nos quedamos atrás tampoco en cuanto a panes se refiere. Dos ejemplos son el pan de Neda y el pan de Carral: ¡riquísimos!
ResponderEliminarGoyo, contundente y buenísimo. No importa darse de vez en cuando un caprichín gastronómico si la salud lo soporta.