16 de noviembre de 2010

Berlanga no se callaba...

  

Decían los que trabajaron con él en un programa de televisión el otro día que en ocasiones llegaba a ser insoportable. Yo me quedo con una definición que él mismo se aplicó:

Se definía como una persona tocada de «un cierto pesimismo, un fanatismo ante las circunstancias históricas y una fuerte dosis de nostalgia» 

Me quedan por ver muchos trabajos suyos (y espero no tardar en conocerlos) pero su mirada del mundo, comprendida por unos y por otros, ya expresa bastante.

 

Hasta siempre a Berlanga y a su inseparable Imperio Austrohúngaro...


4 comentarios:

Douce dijo...

No tenía referencias personales de Berlanga, le he conocido a través de su Obra. Empecé desde niño, con Bienvenido Mr Marshall y luego le seguí con Plácido, el Verdugo, Calabuig, La Vaquilla, La escopeta nacional...Me divirtió, me conmovió, me enseñó otro país con sus 'metáforas', a pesar de la oscuridad reinante, me hizo sonreír, me mostró personajes inolvidables...Por todas esas razones y muchas más seguirá viviendo en mí este Berlanga que he conocido como persona cuando se ha ido. Perdón, cuando se 'ha quedado'

Campu dijo...

Me quedo con el último párrafo de este artículo que nos envías:

Berlanga jamás ha firmado un manifiesto de nada. «Él nunca ha creído en ningún movimiento colectivo. Siempre ha dicho que su pensamiento no corresponde a una generalidad», aclara José Luis. «Para él, lo más importante y admirable del ser humano es la independencia. Y lo lleva a rajatabla.» Eso no impide que, en apariencia, se haya llevado bien con políticos de uno u otro signo. Siempre ha saludado a todos. Pero aclara: «Simpático no soy. Me lo hago».

Gracias por compartir con nosotros tus pensamientos, Náufrago. Felices sueños hacia esa isla de al lado.

Jota Ele dijo...

Berlanga ha sido uno de los mayores genios que hemos tenido en el cine español. En mi opinión, el mayor.

Yo he sido, soy y seré un incondicional admirador suyo y gozo de la mayor parte de su obra en mi videoteca.

Siempre he afirmado que, si hubiera nacido en los Estados Unidos, hoy estaría en el Olimpo de los dioses del cine.

Su humor ácido, corrosivo y valiente me ha hecho gozar siempre.

Se va el más grande. Estas personas, no deberían morir.

Saludos, Campurriana.

Campu dijo...

Jota Ele, de nuevo este Blogger ha hecho desaparecer un comentario que había escrito como respuesta...Me da una rabia que no te puedes imaginar...No entiendo por qué tienen tantos fallos últimamente, la verdad...

Te comentaba, en resumen, que no conozco el trabajo de Berlanga mucho pero que sí me atrae esa visión particular de la realidad que él tenía. Transmitía tanto, dentro de la sencillez de muchos de sus protagonistas, que creo estaba ahí su mérito. Esa España con multitud de personajes entrelazados, los movimientos de la cámara, las situaciones cotidianas de las familias...

Me comentaba el otro día mi madre que eso de "ponga un pobre en su mesa" lo había vivido ella cuando era pequeña. No conocía yo tales costumbres y me resultó curioso.