30 de noviembre de 2010

Un regalo para los navegantes...

Fuente de la fotografía

Con el frío que hace, ya la lumbre pasa a ser la protagonista de nuestro saloncito y estáis todos invitados a disfrutar de sus cálidos bailes. Me gusta este tiempo cuando no tengo que salir a la calle y puedo cobijarme bajo las mantas en casa. Hoy no es el caso, así que cogeré mi bufanda, mis guantes, mi abrigo hasta los pies y mis botas hasta las rodillas y desapareceré en un atasco...

" Pensé morir, sentí de cerca el frío,
y de cuanto viví sólo a ti te dejaba:
tu boca eran mi día y mi noche terrestres
y tu piel la república fundada por mis besos.

En ese instante se terminaron los libros,
la amistad, los tesoros sin tregua acumulados,
la casa transparente que tú y yo construimos:
todo dejó de ser, menos tus ojos.

Porque el amor, mientras la vida nos acosa,
es simplemente una ola alta sobre las olas,
pero ay cuando la muerte viene a tocar a la puerta

hay sólo tu mirada para tanto vacío,
sólo tu claridad para no seguir siendo,
sólo tu amor para cerrar la sombra.
"

Pablo Neruda 


4 comentarios:

Goyo dijo...

Si te digo que me gustan más tus palabras que las de Neruda... ¿qué dirías?

Lito dijo...

Envidia me da el salón con una buena chimenea.
A pesar del frío todo sigue su ritmo.
Un abrazo.

Campurriana dijo...

Goyo, no me lo creería y, además, eso de desaparecer en un atasco...preferiría desaparecer en esa piel república fundada por besos...
;)

Lito, a mí también me encanta la lumbre. Podría pasar días y noches observándola...

Jota Ele dijo...

Me ocurre igual que a ti, Campurriana. no tengo más remedio que dejar mi hogar para hacer algo por la vida. Con el frío que hace, me dan ganas de declararme en huelga indefinida y gozar de mi casa.

Bellos versos los de Neruda.

Saludos.