3 de agosto de 2012

La belleza


Estos días intento evadirme de esos barullos "elaborados" en un agosto que se prepara para un septiembre. Lo intento y, en gran medida, lo estoy consiguiendo. Parte de culpa la tiene el sol, otra parte la tiene Marilyn, y la última y no menos importante, por supuesto, mi familia y amigos.

Se trata de un verano silencioso, tranquilo. Un verano de ésos en los que los oídos han decidido, por unos instantes, no oír, sí escuchar; escuchar las olas del mar, las aves, el viento del parque en el que descansan los mayores en las mañanas dulces.

Huyo ahora a otras tierras de montaña en las que también se regalan momentos de calma.

Volveré pronto pero sé que me parecerá eterna la escapada por la serenidad.
A pesar de las nostalgias.

5 comentarios:

cascarilleiro dijo...

Momentos de calma...de calma chicha,todos lo necesitamos...a pesar de las nostalgias,buen descanso¡¡

Saludos.

Ripley dijo...

bueno todo lo que cuentas esta muy bien pero con semejante fotón corres el riesgo de que no te hagamos mucho caso.

gracias Campu por tu comentario hoy estoy mas animado pues he visto por internet que hay bastantes ayuditas para personas como yo.

feliz verano

Douce dijo...

Campu

Aprovecha avaramente estos tiempos de luz, de calma, de compañía, y la paz de la naturaleza. No pierdes nada por olvidarte de las 'noticias' que nada nuevo tienen a pesar del 'new'.

Disfruta

Goyo dijo...

Disfruta de los momentos que vienen y calma... Mucha calma. Pero sobre todo, mucha belleza.

Campurriana dijo...

Cascarilleiro, hay lugares que transmiten serenidad...y el que he visitado recientemente es uno de ellos...

Ripley, la fotografía me encanta. Marilyn tenía algo especial. La quería la cámara. La adoraba.
Me alegro de que las cosas vayan progresando. Recuerda los consejos de tus navegantes. Nunca los olvides.

Náufrago y Douce, estoy aprovechando. Es un lujo tener al alcance de la mano tantos paisajes diferentes y tanta serenidad; la que nos ofrece la naturaleza, sea del color que sea...

Goyo, te deseo también momentos de belleza y calma. Demasiado ruido nos "aturulla".