5 de abril de 2013

De casarse con plebeyos (en todos los sentidos)...



Lo cierto es que no gana para sustos esta tocada monarquía que nos des-reina. Si ya no es poco lo de la imputación-no imputación de nuestra Infanta, ahora sale un libro del primo de Letizia que no hace más que echar más leña al fuego o a las cenizas que ya sólo quedan de una familia que, sinceramente, cada vez me da menos pena.  Y no soy de ésas a las que les gusta hacer eso mismo del árbol caído pero una tiene su paciencia.

Se han ganado a pulso los unos y los otros (es decir, las denominadas Instituciones con mayúsculas) esta falta de respeto que generan al aparecer en los medios y, sí, soy consciente de que no hay que hacer demasiado caso a los medios pero lo que está claro es que nos han tocado los bolsillos de verdad porque, yo al menos, he recibido desde los desgobiernos zetapecianos hasta los actuales rajoyanos cada vez menos dinero y cada vez menos derechos que fueron fruto, por cierto, de renuncias económicas en un tiempo pasado. Y todo esto está ocurriendo mientras ellos nos toman el pelo sin despeinar el suyo, sin dar la cara por vergüenza o desvergüenza, vaya usted a saber. Por desvergüenza, pienso y aclaro.

Es eso mismo, vergonzoso, observar esta situación a la que hemos llegado por la avaricia de tantos, de tantas categorías profesionales también; sufrir cada día el robo a manos llenas de los ineptos que han des-dirigido este país desde todos los ámbitos, hasta los más pequeños, no tener leyes bajo las que ampararnos porque las han tirado y las siguen tirando con facilidad pasmosa por los suelos...¿dónde vamos a llegar? ¿qué va a ocurrir?. Nunca había sentido esta impotencia, esta indignación que intento olvidar la mayor parte del tiempo para no caer en pérdidas de vida innecesarias. Porque, no lo olvidemos, el tiempo que sufrimos no vuelve nunca, lo perdemos para siempre y eso no nos lo podemos permitir ninguno, ni ellos se lo merecen. La vida es precisamente lo que hacemos mientras hacemos otros planes (alguna frase he leído en algún sitio con este sentido y me parece que debemos tener muy presente su significado para no arrepentirnos en un futuro).

Soy consciente de que, dentro de lo que cabe, hoy por hoy soy una persona "afortunada" por el hecho de tener un medio de vida a pesar de todas las injusticias. Soy consciente también de que, si no tuviese nada que perder, sería nociva ¿quién no sale a defender lo suyo con uñas y dientes?. Lo sé: lástima de país individualista.




"Adiós, Princesa es la historia del choque de un gran tren expreso, los borbones, contra una modesta caravana de gitanos, los Ortiz-Rocasolano. Nos han arrollado y ni siquiera se han preocupado de mirar hacia atrás. Érika está muerta y los demás nos hemos quedado solos y mutilados. Por eso escribo esto. Sé que la historia no tiene vuelta atrás. Pero esa historia, hasta ahora, solo ha sido contada de arriba abajo, con todo su glamour y su mentira. Ahora yo voy a contarla de abajo arriba. Desde lo que queda de aquella caravana destruida de gitanos. Advierto desde ya: no es una historia alegre".

17 comentarios:

Douce dijo...

Éramos pocos y parió la abuela... Lo malo es que aparecen abuelas por todos las partes y aprovechan para sacar 'roca' de cualquier 'solano'. No soy monárquico y tampoco 'republicano' a la española. Ya no sé lo que soy. Trato de sobrevivir y si es posible vivir un trocito y ayudar si puedo. La isla se hace cada vez más restringida, pero no daré ni un paso para unirme a ninguna tropa. Lo siento

Campu, comprendo que expreses lo que sientas pero no quiero extenderme más.

Boas noites

Eulogio Diéguez Pérez (Logio) dijo...

Me gustó "si no tuviese nada que perder sería nociva"

Juan Nadie dijo...

¡Pobres familias reales! Si es que ya no tienen un pase en ningún sitio.
Claro que la alternativa es para dar miedo.

alfonso dijo...


Sí. La clave está en 'si no tuviéramos nada que perder seríamos nocivos'. Vale, pero, ¿es que no tenemos nada que perder? ¿no estamos perdiendo algo o mucho delo que teníamos?
Pronto sólo nos quedará una conciencia anestesiada.

· bicos

· CristalRasgado · & · LaMiradaAusente ·


Campurriana dijo...

Náufrago, yo tampoco sé lo que soy, la verdad... Al final no son los sistemas los culpables sino las personas que los forman. Entiendo que no quieras extenderte...

Logio, al principio puse "peligrosa" pero sonaba demasiado fuerte...¿o no?...

Lo peor, Juan Nadie, es que las alternativas dan miedo. TODAS.

Ñoco, claro que estamos perdiendo mucho de lo que teníamos y, de unas u otras maneras, lo estamos sufriendo todos. Yo pensaba en personas que no tienen trabajo, el dinero se lo han quitado de múltiples maneras (productos tóxicos, comportamientos tóxicos), tienen hijos a los que alimentar, familias...sin colchón económico, sin techo o cerca de perderlo...no sé...en este caso uno no tiene nada que perder y entonces se echa a la calle con más fuerza...En este país no nos movemos de verdad si no nos toca de cerca la desgracia. Por eso añado que así nos va ya que al final esta actitud individualista nos hace daño a todos.

Y es eso...¿qué ocurrirá cuando una mayoría importante no tenga nada que perder?...el pueblo (la gallina de la viñeta) tiene su límite y a mí, como al Rajoy de la viñeta, me parece increíble que todavía no se haya llegado a él.

Campurriana dijo...

Por cierto, perdonad por tanto desorden de ideas...

Feliz semana a todos.

Juan Nadie dijo...

Está usted disculpada, Campu, que las ideas las vamos "ordenando" (no sé si ordeñando) todos según vienen, o según van, o... allá te va, yo qué sé.

Campurriana dijo...

Gracias, Juan. Por tu comprensión. Escribo a toda máquina en este saloncito-saco...eso sí: SINTIENDO.

Juan Carlos dijo...

¿Qué diferencia hoy la izquierda de la derecha? La derecha crea impuestos para aumentar el gasto del estado sin que este gasto sirva para redistribuir la riqueza y la izquierda crea impuestos para aumentar el gasto del estado y dice que redistribuye la riqueza pero sin que este gasto sirva para redistribuírla. Así van... años intercambiándose en el poder.
En cuanto al primo de la plebeya, ¿ahora se sale con ese librito? ese es un poquito envidioso y, si no, que se lo pregunten a quién lo conocen bien, que los hay.
Salu2

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Si ellos mismos no guardan la consideración debida con la institución, ¿cómo quieren que lo hagamos nosotros?

Campurriana dijo...

Juan Carlos, se van pasando la pelota del poder mientras se ríen de nosotros en el famoso lugar de tapas situado cerca del Congreso.

Nos han robado, nos siguen robando, son unos ineptos como ya se ha demostrado. Sólo pretenden beneficiarse a costa del dinero de los que no podemos escapar del control. No se complican con controlar a los actualmente incontrolables...¿para qué?.

¿Alguien puede decirme dónde esta Zapatero ahora? ¿cómo vive la de Igual-dá actualmente? ¿cuánto les ha costado a las empresas privadas la información privilegiada de los ex-desgobernantes de este país? ¿por qué Urdangarín puede salir felizmente de España en la situación en la que se encuentra? ¿dónde está el dinero de esos sobres que se llevó no sólo Bárcenas?

Es vergonzoso.

Pedro, ellos sólo quieren su propio beneficio y nosotros somos los gilipollas que les alimentamos a cambio de su ignorancia repartida por carteras. ¡Si hasta los asesores son ignorantes!

Campurriana dijo...

Lógicamente, por cierto, lo que les cuesta a las empresas privadas este tipo de operaciones de toma y daca repercute en lo que pagamos todos nosotros. ¿En quién sino?

Campurriana dijo...

Interesante debate en La Acequia...

Primer post de la serie:

La politocracia y el despostismo ilustrado. Notas sobre el escrache a los políticos en España (I)

Y siguientes...




Y siguientes posts...

Campurriana dijo...

Por cierto, Juan Carlos, respecto al primo de Letizia...pues eso...no entendía yo lo de casarse con un plebeyo y ahora lo voy pillando...

marian dijo...

El primo me parece un canalla, un miserable y un aprovechado.
Ojalá que no haya más reinas ni reyes en España después de los que están, pero, que no sea por esos motivos.

marian dijo...

Más carnaza para el telecotilleo.

Campurriana dijo...

Marian, el primo es un impresentable. Eso sí...los telecotillas ya se están frotando las manos... ¡Cómo nos gusta apalear en este país de envidiosos!

(y eso que Letizia no es santo de mi devoción)