De verdad que apetecía que, al fin, nuestros cuerpos entumecidos de tan largo invierno se viesen acariciados por sus rayos.
En Santiago, lo que no falta, son rincones con encanto.
Incluso, aunque haga sol.
:)
He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.
Ya conozco yo Santiago con sol, sí, que la lluvia no es tanta como dicen, pero a mí me gusta más cuando llueve y brillan las losas de las rúas.
ResponderEliminarCon sol o con lluvia Santiago siempre es una delicia.
ResponderEliminarSalu2
sí jeje, ya me enteré y pensé en los amigos norteños cuando dijeron que salió el sol.
ResponderEliminarbesos y bonitas fotos
Ripley, gracias por acordarte. De verdad que era necesario. ¡Qué invierno más largo!
ResponderEliminar:)
A los Juanes: Felicidades primero y después: ni me habléis de lluvia!!!
ResponderEliminar:)
Tengo que volver algún día a Santiago. De tres días que estuve, tres días lloviendo, por eso me caló tanto la ciudad.
ResponderEliminarMarian, tienes que volver porque ni siquiera los que vivimos por aquí lo llegamos a conocer del todo. Una sorpresa en cada rincón...o más de una. Siempre hay algo nuevo que te sorprende.
ResponderEliminar:)
ResponderEliminarEn la primera foto no tengo intención de habitar, de momento.
De la última, he disfrutado un par de ocasiones. Dos, exactamente.
· un bico
· CR · & · LMA ·
Ñoco, a lo mejor nos cruzamos...
ResponderEliminarMe alegro de que hayas estado en este rinconcito del mundo. ¡Es una delicia!
:)