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Acabo de verla. La película-documental sobre Mónica del Raval. Dejo aquí el enlace por si os interesa.
Sinceramente, creo que merece la pena conocer esta peculiar historia. Una visión del mundo; otro mundo que seguramente muchos de nosotros no conocemos hasta sus entrañas. La protagonista, a pesar de todo, se hace querer desde el primer momento. Su tremenda seguridad en sí misma y la manera de tomarse las cosas, la vida al fin y al cabo, constituyen una lección de vida. Al menos, así lo veo yo después de conocerla. "Es tal cual", dirían muchos. Y lo es sin duda alguna.
Además de una lección de vida, es también una lección de supervivencia, de amor sobre todo. Nos necesitamos los unos a los otros inevitablemente y ella lo sabe y comparte. Es sincera, fuerte e incluso generosa. Sabe perfectamente lo que significa "simbiosis" y lo aplica cada minuto de su extravagante existencia.
Si os animáis, ya me contaréis.
Las lecciones de vida lo son para todos y suelen calar en lo más profundo... ya te contaré.
ResponderEliminarTe doy las gracias por dármela a conocer. Interesante.
ResponderEliminarSergio, creo que no nos paramos lo suficiente para observar a los demás. Sobre todo si son muy diferentes a nosotros.
ResponderEliminarPedro, espero que al menos te aporte algo positivo.
Campu,
ResponderEliminarDe todo se puede sacar lecciones y de la parte que he visto he aprendido bastante...
Hasta inglés:-)
Nau, yo también aproveché para practicar el inglés...
ResponderEliminar(y menos mal que no se trata de otro idioma, que daría lugar a algún chiste de tonalidad verde)
;)
En serio, creo que merece la pena al menos ponerse en el lugar de otros. En otras vidas tan diferentes a las nuestras pero con la finalidad no tan distinta...