17 de enero de 2014

20 poemas de amor y una canción desesperada


Este mismo ejemplar lo tengo ahora entre mis manos. Fue comprado por mis padres en Granada allá por el año que yo nací.
Se mezclan tantas sensaciones en cada una de sus lecturas...ya he hecho muchas de estos poemas y la vida provoca que cada una de ellas sea diferente a todas las anteriores. Es la riqueza que guardamos con las arrugas de la vida. ¡Tremenda riqueza!

La primera vez que lo leí, que conocí ese poema de los ojos infinitos, tendría yo unos 17 años. Ahora recuerdo a ese hombre que me tenía enamorada por aquél entonces y siempre lo asocio con esos ojos infinitos. 
Ni que decir tiene, que yo cambiaba el género a mi antojo, incluso parte de los versos...

De otra, será de otra, como antes de mis besos
su voz, su cuerpo claro, sus ojos infinitos...

Ya no lo quiero, es cierto
pero cuánto lo quise.

Pablo Neruda era muy joven cuando los escribió pero, sin duda, había entendido ya muchas cosas. Amor y sufrimiento van de la mano cuando hay poesía.

Me traslado a la fiesta del poniente en los cerros lejanos
A nadie te pareces desde que yo te amo
ese agua descalza por las calles mojadas
y me oyes desde lejos y mi voz no te alcanza
oír la noche inmensa, más inmensa sin ella
todo en ti fue naufragio
Es la hora de partir. Abandonado.

Y esta dulce proposición con la que termino:

Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.

Disculpad todas las licencias autoconcedidas. Es el resultado de una emoción. 
Sólo me he emocionado una vez más.




Entrada motivada por el club de lectura de La acequia. Aprovecho para felicitar a Pedro Ojeda por su esfuerzo y su generosidad. Todo aquél que fomenta la lectura en compañía debería tener sitio reservado en el reino de los cielos.

Un abrazo.

8 comentarios:

Juan Nadie dijo...

Neruda, un poeta inabarcable.

TORO SALVAJE dijo...

Bien por esa emoción.

Besos.

Campurriana Campu dijo...

Juan, debo reconocer que no conozco el resto de su obra, al menos conscientemente.

Toro, aún existe lo que nos emociona. Creo que es ahí donde debemos centrarnos y a lo demás que le den dos duros.
;)

Pedro Ojeda Escudero dijo...

En primer lugar, quiero disculparme porque se me pasara esta entrada de nuestra lectura colectiva y por no haber informado de ella. Lo haré el próximo jueves, día del Club en La Acequia. Te agradezco que te hayas unido.
En cuanto a lo que dices, es cierto: las lecturas que nos marcan a determinadas edades nos acompañan siempre. Sobre todo de aquellas de las que hemos intentado apropiarnos de alguna u otra manera, incluso cambiando el género, como tú...
Besos.

Campurriana Campu dijo...

Pedro, no te tienes que disculpar para nada. ¡Sólo faltaba!
Ya creo que haces un trabajo excelente con el fomento de la lectura colectiva. Porque si leer es bonito, leer juntos es mucho más gratificante al compartir conocimientos, sentimientos, pareceres...

Es que no tenía claro cómo era el trámite para entrar en el club de lectura...
Veo que sencillo.

Gracias de nuevo y buena tarde.

DORCA´S LIBRARY dijo...

Hola:
Al leer tu comentario, me venía a la memoria otro poema, el de Gustavo Adolfo Bécquer: "Y preguntas qué es poesía, poesía eres tú".
Lo que has escrito me ha parecido precioso.
Una curiosidad:
¿Qué país es ése de las últimas cosas?.
Un abrazo.

Campurriana Campu dijo...

Hola Dorca,

el título del blog está inspirado en el libro de Auster. Espero que el saloncito en el que has entrado ahora sea diferente al lugar que describe el escritor en su obra...
Aún así, merece la pena leerlo. Ya me contarás. Quizá ya lo hayas hecho...

Un abrazo y bienvenida a nuestra humilde morada.
Gracias por tus palabras.

DORCA´S LIBRARY dijo...

Hola de nuevo. Si te soy sincera he intentado leer un par de títulos de Paul Auster, y no he podido. No sé el porqué pero cuando oigo hablar mucho de un autor, me "empacha" antes de leerlo, y luego me es imposible. Quizá no era el momento.
Gracias por tu bienvenida.