Y sigo con las piedras que nos observan desde las alturas.
A veces me pregunto por qué no nos echan un escupitajo.
He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.
lo del escupitajo tiene fácil arreglo y no no cuentes conmigo para eso, basta que levantes la cabeza lo sueltes y esperes la caída.
ResponderEliminarTodo lo que sube baja, igual que todo lo que entra sale. Ya me entiendes.
Divagaciones a las tres la madrugá. Cuando salga el sol volveré a ver que demonios escribí.
Besos
jajajajaja
ResponderEliminarRipley, ¡eres único!
Yo no recuerdo a qué hora tuve este pensamiento. Pero os aseguro que mis pensamientos, como se me ocurren salen. Así de sinceros y así de fácil.
Creo que merecemos muchos escupitajos en el cogote, tal y como tenemos el mundo que nos acoge...
Aprovechad el día, navegantes. Éste no vuelve.
Las 9:25 hora de acostarse. Me está entrando sueño. Con pastillas, claro.
ResponderEliminarBesos, los primeros del día.
Que usted lo descanse bien.
ResponderEliminarUn poco tarde te acuestas, ¿no?...y esas pastillitas, ¿no podrían tomarse antes también?...
Un abrazo y felices sueños y despertares.
Sí pero es que antes de las cuatro no tengo estómago. Es cuando mas activo e inspirado estoy. Anoche me lié con unos cambios en el diseño del blog y te lo juro por la cobertura de mi móvil que no dí ni un solo bostezo.
ResponderEliminarbesos