Y, sin embargo, recordamos momentos tan aparentemente sencillos a lo largo de nuestras vidas...
No olvidaré el delicioso perrito caliente de este puesto. Un intenso sabor picante con el que realmente vi las estrellas y, además, con un gusto casi enfermizo. Creo que, por la expresión de la cara de "el preparador" en la fotografía, éste estaba poniendo la salsa en mi sustento de aquella mañana.
La vida es eso y nada menos. Son momentos que recordaremos siempre hasta que llega el instante de desaparecer, de ir desapareciendo... Esos momentos que nos resumen nuestras vivencias, nuestra forma de ser, de dar importancia a las cosas a las que realmente damos importancia. Un resumen, en definitiva, de nosotros mismos.
Deliciosos recuerdos que, valga la redundancia, nos recuerdan quienes somos verdaderamente.
Pues sí, cuando la vida se nos escapa es el momento de pensar, hacer balance y recordar -el que pueda-, en como hemos transitado por ella, lo que has hecho bien y mal, lo que nunca llegó a suceder y lo que hubieras cambiado, pero el pasado como las matemáticas son cabezotas y cuadriculados, no se pueden cambiar y está bien así porque eso nos da la perspectiva que solo el paso de los años deja al descubierto con sus aciertos y errores. La vida creo yo, no son momentos ni pequeños trozos inconexos de recuerdos aislados temporalmente, sino un solo momento que nosotros, -siempre tan soberbios-, recortamos a nuestro antojo e incluso alteramos para adecuar la realidad a como hubiéramos querido que fuera si no estamos conformes con lo vivido. La mentira hasta el final, así es el ser humano, ese creador de ficciones que a fuerza de repetidas acaba por confundirlas con la realidad. Dicen que Johnny Weissmüller murió creyendo ser realmente Tarzán.
ResponderEliminarRipley jamás ha comido ni comerá nada que se haga en puestos al aire libre. Le da repelús. Tampoco ha jugado nunca a ningún juego de azar...loterías, quinielas...
besos
Pues sí.Tus recuerdos despiertan los míos. Es que NYC es NYC.
Un abrazo
· LMA · & · CR ·
Algunos tengo de esos...
ResponderEliminarSon mi mayor tesoro.
Casi, casi, diría...que esa comida callejera de NYC es lo mejor de NYC.
ResponderEliminarMis mejores recuerdos son de estos días, de los días en los que una sensación sencilla lo llenaba todo.
ResponderEliminarPedro, no necesitamos tanto para ser felices. De hecho, a veces es lo más importante...saber quedarse con los momentos sencillos.
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