Va a tener razón aquel correo que me enviaron, en el que se indicaban de una forma sencilla las características de "los de izquierdas" y "los de derechas".
Uno de izquierdas que no está de acuerdo con algo, intenta por todos los medios eliminarlo. Uno de derechas, no se apunta y punto.
Pues eso. En parte, no me digan, tiene su razón.
Debo añadir que no estoy totalmente de acuerdo con Carlos Herrera. Considero que merecen un buen escarmiento los que están en las poltronas y esto les viene muy bien. Dejemos hacer y a ver qué ocurre. Y que nos dejen hacer...porque la política, ya lo sabemos, es muy puñetera. Los mandamientos, por desgracia, no salen sólo de nuestro sombrero español.
Rosa Martínez, Yolanda Díaz, Pablo Iglesias, Xulio Ferreiro (candidato de la Marea Atlántica) y Antón Sánchez, durante un mitin en A Coruña. / SANDRA G. REY |
LOS NUEVOS COMUNISTAS
CARLOS HERRERA
Fuente de la columna de opinión
Es el año de los nuevos comunistas, el tiempo en el que todo desaliño intelectual es tomado por novedad salvadora.
SON cachorros de una revisión tardía. Las viejas ideas
que proporcionaron miseria y terror en la Europa del siglo pasado hacen
aparición, de nuevo, al calor de la catarsis colectiva que ha supuesto
el nuevo crack al que se ha asomado la sociedad moderna. Teóricamente
todo iba bien: la pobreza disminuía en el mundo, los nuevos
emprendedores ganaban dinero, los especuladores hacían su agosto...
Hasta que reventó parte del sistema y determinados países entre ellos
el nuestro sufrieron el hachazo de la realidad. Era el caldo de cultivo
ideal para inocular con éxito ideas fáciles, consignas infantiles,
eslóganes simples. Con la ayuda de algunos programas televisivos propios
de la basura menos reciclable, una serie de creadores de conceptos
perezosamente atractivos mordieron la atención de los más desatendidos y
de muchos de aquellos que albergan un pequeño liberticida en su
interior. La consecuencia es que ha llegado su momento, creen, para
rediseñar el mundo con valores que se han comprobado inútiles. Es su
año. 2015 va a suponer para los que supuestamente se creen capacitados
para poder reeditar ideas fracasadas el año de su mayoría. Ninguno de
los escenarios en los que han gobernado, siempre mediante la violencia o
la represión, ha conseguido avanzar un solo milímetro en ningún tipo de
logro, ni social ni económico; pero gozan de ese perverso prestigio que
acumula el populismo en sociedades abocadas a las salidas angostas, en
colectividades que tienen poco por perder y que son capaces de echarse
en brazos del primer embaucador que les emocione con pasiones bajas y
poco maceradas.
Es el año de los nuevos comunistas, el tiempo en el que
todo desaliño intelectual es tomado por novedad salvadora. Es fácil: se
les dice que se van a tomar los palacios de invierno y que nadie podrá
estar por encima de las limitaciones a las que les ha sometido la
coyuntura de un tiempo convulso. Por demás, solo basta con espolear el
rencor: yo no tengo, pero tu tampoco vas a tener ya que te lo vamos a
quitar, que es la idea fuerza básica con la que se desenvuelven estos
que dicen poder, y que basan su estrategia en dar a entender que tú no
tienes porque hay otro que tiene mucho, se lo haya ganado honradamente o
no. En ningún momento hablan de crear riqueza, de crecer respetando la
iniciativa de los que han creado siempre las oportunidades, que son las
personas, no las Administraciones. En ningún momento hablan de
establecer una sociedad en la que la posibilidad de crecer dependa solo
de la iniciativa particular de cada uno. No. Hablan de igualar y gravar,
de prohibir y «normativizar», de repartir lo poco que haya lugar de
crear nuevos espacios de emprendimiento. Son los venezolanos de hoy, los
cuentistas de comité central, los comisarios de vigilancia
individualizada. Sorprende que una España vacunada por años diversos de
dictaduras y desarreglos pueda siquiera pensar en confiar su suerte a
individuos que ya eran viejos antes de nacer, con tics de dictadores de
pacotilla, con discursos plagados de amenazas, con intenciones
liberticidas y con apostura de comisarios desafiantes. Sorprende que
esta España que debe a su Constitución los años de progreso mas
admirable y contrastable de su historia sea capaz de aplaudir a unos
tipos que hablan de voladuras incontroladas y que, hasta la fecha, jamás
han demostrado nada más allá de ser unos hábiles contertulios de
programas de televisión perfectamente despreciables. Parecía que esta
España se había hecho mayor, pero las tendencias demoscópicas demuestran
que está dispuesta de echarse en los brazos del primer vendeburras que
se pasa por su puerta y que muestre cierta habilidad para la propaganda
hecha a base de labia e intestinos.
Recordaremos muchos años este 2015. Para bien o para mal.
Todo esto se resume en la imbecilidad no de los nuevos comunistas que de cuna les viene sino, y esto es peor en la de quienes los votan. A los unos y los otros recomendaría leer "el libro negro del comunismo" y sus 100 millones de muertos hasta el momento de su publicación pues en Cuba y Corea del norte se ha seguido asesinando alegremente y Venezuela se ha sumado con fuerza en los últimos tiempos.
ResponderEliminarun beso
Ripley, yo comprendo que se haya votado OTRA alternativa. Cada país es un mundo y quiero pensar que España es un país desarrollado con apoyos del mundo desarrollado. Vaya, que esto no es Venezuela. Por ahí no. Y me toca las narices lo del miedo...ese miedo que, creo, es uno de tantos intereses. Los límites están ahí y, quiero pensar, para algo. Muchas personas no tienen nada que perder y, si no se tiene nada que perder, lo veo aún más claro.
ResponderEliminarEl populismo...me da terror. Eso sí.
Discrepo, siempre te queda la posibilidad de "perder la vida" y a mi no me parece poca cosa. ¿País desarrollado? Bueno sí y no. Sí en cuanto a empresas privadas que son punteras en el mundo y no en lo tocante a la cosa pública, dejémoslo simplemente en "clase política y estudiantes de nuevo cuño, de esos bien adostrinados". Yo también pensaba que el estar en la UE podía ser un paraguas pero mira al Reino Unido, un país serio que se ha dado cuenta del circo y no quiere pertenecer a él. No les hace ninguna falta. Hablas de apoyos del mundo desarrollado, entonces ¿Por que los EEUU han dejado de tener a España como el país de referencia en esta parte del mundo sustituyéndolo nada menos que por una tiranía, la marroquí que sigue ocupando ilegalmente y en contra de todas las resoluciones de la ONU el territorio del pueblo saharauí, muchos de cuyos ciudadanos aun conservan su dni español? Porque si estos son los apoyos y garantías apañados vamos. Y además, si el pueblo decide votar la catástrofe, no hay apoyos que valgan pues cada país es soberano o ¿acaso podemos intervenir en lo que elijan polacos, noruegos o portugueses si no nos gusta lo que votan?. ¿Ha pasado con Gracia? Olvídate. Lo que no puede ser no puede ser y ademas es imposible.
ResponderEliminarPor otro lado votar para ir a una dictadura comunista a estas alturas de la historia me parece no solo idiota sino suicida, tanto para España como para el individuo. Somos la cuerta potencia economica e industrial de la zona euro. Si gana la extrema izquierda, por el tamaño de España y por su importancia arrastraría al abismo a la UE. Bueno, lo digo de otra manera la UE seguiría a lo suyo que no es mas que burocracia pero con un país menos, no tengo ninguna duda de la salida de España primero del euro e inmediatamente despues de la UE, cierre de fronteras, prohibición de viajar al exterior y en consecuencia un país-cárcel. Esto es mucho mas grave de lo que parece. Los neocomunistas quieren convertirnos en Cuba, pues muy bien, que hable el pueblo soberano y elija el precipicio y no será porque los comunistas oculten sus propósitos, por cierto entre ellos, una brutal subida de impuestos. Tenemos todo lo que necesitamos saber para comprender el ¿futuro? que nos espera. Ave Iglesias, morituri te salutant.
De todos los millones de especies del planeta, solo una puede influir y decidir su futuro. Para bien, los pueblos instruidos y desarrollados o para mal, todos los demás.
un beso
Veremos lo que ocurre, Ripley. Ese catastrofismo elevado a la máxima potencia, me parece un tanto interesado por parte de algunos y, en ocasiones, hasta digno de una comedia. Además, éstas no son más que las municipales. Tampoco hay que precipitarse tanto.
ResponderEliminarTodas esas noticias que aparecen ahora...ya se verá.
No niego que no esté un tanto preocupada. De todas formas, preocupada también estaría si los apoltronados no se hubiesen removido un poquito.
Piensa que aquí, en este mundo dirigido por los que dirigen los medios, tenemos dos tipos de desinformación. Los grises no existen.
Y luego hablan de la propaganda de los comunistas. Me río yo...jaja
Tu lo has dicho, "unas municipales", la historia se repite pues en unas municipales los republicanos, que solo ganaron las grandes ciudades pero no en el conjunto de España, asumieron ante la pasividad de los monarquicos al cabo los vencededores reales, que aquellos resultados les legitimaban para el asalto del poder, -esto es un golpe de estado-. La situación actual es un calco exacto. Si lees el correo que te he mandado donde se pide empalar a un político comprenderás que no andamos lejos de los asesinatos de sacerdotes y violaciones de monjas. "Ni presos ni heridos, tiros a la barriga" dijo Azaña desde el poder cuando lo de casas viejas, terrorismo de estado, algo que un tiempo después usaría el señor "X" y sus GAL, aunque volviendo a aquellos años, el PSOE de Prieto asesinó a Calvo Sotelo que fue a la postre lo que decidió a Franco, indeciso hasta el último minuto a tomar partido y unirse a la rebelión de Mola que era el principal instigador. Conviene que la gente sepa que Franco ni dio ningún golpe ni comenzó ninguna guerra, lo que sí hizo fue ganarla, por mucho que la propaganda roja así lo venga haciendo creer y en eso seguimos. La extrema izquierda no se ha presentado en miles de pueblos pues ahi no iban a rascar nada, otra cosa es que como pasara con los monarquicos en 1931 ahora la derecha cabreada con toda la razón decidiera quedarse en casa y no salir a votar cometiendo un enorme error da cálculo, hay que votar siempre aunque sea en blanco o al partido mas absurdo que exista, eso deja patente el enfado y el descontento. Yo no veo alarma en ningún medio, ni uno solo.
ResponderEliminarHe abandonado el mundo blog, un suceso muy triste me ha desestabilizado emocionalmente y me siento asqueado y francamente mal. Por eso me marcho, lo dejo. Te lo digo por si ves que no te comento o lo hago menos aunque no creo que sea el caso pues aqui me siento a gusto. De momento eres la única persona a la que sigo.
¿Sabes que allañó el camino a la dictadura comunista en Venezuela? Pues que la oposición decidió en un tremendo error pero en bloque, no acudir a unas elecciones que ya se sabían amañanadas. Resultado: toda la Asamblea Nacional, el equivalente a nuestro Congreso era de un solo color. Desde ese momento comenzó la aniquilación física de personas y medios de comunicación como por ejemplo la televisión mas antigua del país, a día de hoy no hay ningún medio de comunicación que pueda cumplir con su trabajo. Ni en radio ni en canales de tv donde todas las frecuencias son del gobierno ni menos aún en prensa escrita sencillamente porque no hay papel donde escribir. Queda internet me dirás, sí, desde el extranjero, pero lo último es que el dictador va a censurar a google para que los venezolanos no conozcan datos sobre la economia del país. Hay una película española de los primeros ochenta donde se escucha esta frase: "-¿usted es comunista porque es tonto o es tonto porque es comunista?. Pues eso.
Lo que ocurrió en épocas pasadas no tiene por qué ocurrir ahora. Los escenarios no son exactamente los mismos, Ripley. En el fondo, es difícil moverse con tantas limitaciones impuestas desde todos los lados.
ResponderEliminarSigo sin entender muy bien lo de la asociación de la República con todos los "valores" que muchos proclaman. No sé...
Siento lo de tu suceso triste. Aquí tienes tu casa, Ripley. Aunque, a veces, no estemos de acuerdo. Lo sabes...
Y eso...que a mí me han tachado de facha y de todo lo contrario tantas veces... Los límites son tan difusos, tan confusos, diría yo...