10 de junio de 2015

Ni somos del todo inocentes, ni somos del todo culpables...



No había visto todavía Al rincón de pensar, el nuevo programa de Risto Mejide. Me gustan sus entrevistas y no me gustan otras tantas cosas de él. Pero, de los entrevistadores actuales, quizá sea el que más me gusta...

Dejo aquí la entrevista que hizo hace algunos días a Mario Conde. ¿Qué decir de Mario Conde? Se pueden decir tantas cosas... Hablaremos por hablar porque la mayor parte de nosotros no hemos bailado entre tantos interesados e intereses como protagonistas tan principales. Bailamos de otra manera en un sistema que engaña a una mayoría para que vivan bien (o con más posibles, al menos) una laaaaaaaaaaarga minoría. A día de hoy, sigo sin entender cómo, a pesar de todo, soportamos de esta manera. Aunque sea débil la manera...

¿Qué hizo realmente Mario Conde? ¿Fue a la cárcel simplemente por envidias, por temores de los poderosos que mueven o hacen mover los hilos? ¿Qué sabe Mario Conde y no ha contado? ¿Quién "tumbó" en realidad a Mario Conde? ¿Qué dejó o arriesgó en ese "no caminito" del que habla? ¿Qué debería haber hecho o no haber hecho para evitar su paso por la cárcel?

Estoy de acuerdo con él en muchas cosas. Lo peor...que nuestra Justicia no funcione (sin referirme a la sentencia que lo condenó). Si empezamos por arreglar este punto negro de nuestro sistema, lo demás será casi un camino de rosas.

No es el sistema. Somos nosotros.


Enlace a la entrevista (a quien pueda interesar)

12 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Yo hay algunos personajes cuyo cambio de carácter no me creo.
Besos.

Campurriana dijo...

No deja de ser curioso, es cierto, que uno que ganó montoneras de dinero por la banca, ahora se dedique a criticarla en favor de los ciudadanos de a pie.

Juan Nadie dijo...

Pues no, lo siento, no estoy de acuerdo, no somos nosotros, es el sistema, que ha degenerado en régimen, o viceversa, que ya no sé: sistema democrático y régimen corrupto, o régimen democrático y sistema corrupto, llamémoslo como queramos. El caso es que nuestra joven democracia -apenas 38 años- ha degenerado, como si tuviese quinientos, en corrupción generalizada, no de un partido político, no de una clase social, no de un estamento ni de otro, sino que todo ha acabado en el mismo saco. Definitivamente es un régimen. Corrupto, eso sí, pero régimen. ¿O cómo deberíamos llamarlo?

Campurriana dijo...

El sistema no es el culpable. Puede mejorarse, claro que sí. Pero las corrupciones salen de las manos que agarran lo que no deben. Y, desgraciadamente, no sólo hablo de manos políticas, sino de manos anónimas que reciben sin dar o, lo que es más grave aún, quitando, aportando negativamente a esta sociedad.
Mientras existan algunos "privilegiados" decidiendo sus propios regalitos de vida, estamos perdidos. Mientras la Justicia no asome para todos, eso mismo. La falta de control provoca la aparición de las miserias humanas...

Es lo que pienso, Juan. Desgraciadamente, no somos tan diferentes si nos quedamos sólo con "la masa" sin descender a las personas particulares.

marian dijo...

Yo creo que somos nosotros y el sistema. Hablo en general, como mal común, aunque sabemos que hay muchísimas excepciones. Espabilados somos (para lo que queremos), pero nos falta inteligencia social (si se puede llamar así). Seguimos en una Guerra Civil, fría, pero guerra, ahí no espabilamos. Y funcionamos así: Si en una carretera hay una señal de prohibido circular a 120, solo se respeta si hay un coche de la policía por allí o un radar conocido, si no es así... a pisar el acelerador hasta 180 o más, solamente preocupa la multa que pueda caer, no la seguridad de los demás conductores. Y este último ejemplo es extensivo a casi todo.

Ripley dijo...

EEUU es el único país en la historia de la humanidad que nació siendo una democracia donde los poderes efectivamente separados cumplen su función de control y contrapeso. Solo han tenido en su breve historia, -es un país muy joven, apenas doscientos y poquitos años-, una Constitución, aquella que surgió con su independencia y que con algunas enmiendas es la que sigue vigente y a diferencia de lo que sucede aquí, allí todo el mundo respeta. No se si es un problema del sistema o de las personas, al cabo son estas las que crean los sistemas, lo que sí se es que lo nuestro tiene de democracia lo que yo de cirujano cardiovascular.

No he visto la entrevista. Ni estaba enterado del programa ni me interesa el que pregunta ni lo hace el que responde por tanto comentaré una línea de tu texto. Aguantamos tanto porque somos una sociedad cómoda, mansa y en muchos casos ignorante, una sociedad tan podrida como el sistema por tanto es mas de lo mismo, es lo que tiene eso de que el Estado "eduque" a nuestros hijos o peor aún, es lo que tiene que los padres hayan delegado la principal función que tienen para con sus hijos, en una estructura que por supuesto no "educa" sino que "adoctrina", la educación se recibe en el ámbito de la familia. El colegio debe estar para dar "conocimientos y si es un centro bueno, para enseñar a pensar pero jamás para educar".

Me gustó el comentario de Juan Nadie, ya conoces mi opinión pues pienso que la democracia en España es un disfraz, un camelo, una burla, una trampa en la que solo los tramposos salen beneficiados, desde luego para nada es homologable a las de nuestros vecinos. En realidad es exactamene eso, un régimen y como tal, corrupto desde los cimientos, lo llamamos formalmente democracia pero de hecho nada es democrático en España y a partir del sábado nos espera la hecatombe. Es la metástasis del régimen. Con su defunción cierta, estamos al final del camino, el colapso es tan solo cuestión de tiempo y no mucho, el paso siguiente es la dictadura, otro régimen pero ya sin medias tintas, con todas las cartas sobre la mesa.

un beso

marian dijo...

La falta de control que dices, Campurriana. Como la honradez no está asegurada, el sistema, para que funcione, necesita ser controlado lo máximo posible, que se puede, no en todo es posible en lo que no funciona bien, el tema "justicia" es uno de los más peliagudos.
Pero otros sí, por ejemplo y brevemente. Hay que construir una carretera, se presupuesta desde la administración el importe y se hace un concurso público al que se presentan varias empresas a las que se les exigen ciertos requisitos para poder afrontar la obra con solvencia. Las empresas presentan sus presupuestos en el plazo exigido para los mismos. Pero la administración tiene un as debajo de la manga... la contratación directa, a la empresa que quiera, adjudicación justificada la mayoría de las veces "porque lo digo yo" aunque la disfracen con otros argumentos. Lo que no significa que a veces sea inevitable la contratación directa. Pero, ¿qué ocurre? La contratación directa tiene mucho peligro, porque deja una puerta abierta al soborno. Otra cosa más, desde dentro de la administración ha habido casos de personas que han informado a determinada empresa de las ofertas que han ido presentando las demás empresas para así ajustar su presupuesto en el último momento; otra puerta abierta, esta, más difícil de controlar que la anterior. Pero tiene que haber otra manera de hacer las cosas o por lo menos ponerlas más difíciles para evitar los sobornos. P.E. que las empresas liciten el mismo día, y que se lleve la obra quien haga la mejor oferta y en el plazo. Tiene que haber transparencia y control público, desde el principio hasta que se adjudica la obra, que cualquiera pueda hacer un seguimiento a través de Internet, por ejemplo, es cuestión de sentarse a pensar cómo y tener voluntad de hacerlo. Y así con casi todo.

Campurriana dijo...

Marian, ahora existen procedimientos simplificados que, creo, ayudan a la transparencia en este sentido. ¿Cuál debiera ser el papel de la Administración Pública en este sentido? Apoyar a todas las empresas y no sólo a unas pocas. Hoy tú eres el adjudicatario y mañana otro. Activar, de esta manera, la economía de un país y que no siempre "ganen" los mismos, y me estoy refiriendo a grandes y pequeñas empresas. Evidentemente, siendo cumplidos unos requisitos de buen hacer y con un control.
La Administración es un mero dador de servicios. Está al servicio de todos; empresas y administrados particulares.
Es obvio que queda mucho por mejorar y el problema, como siempre, es la falta de compromiso. No se asumen responsabilidades por parte de los grandes y no tan grandes responsables. Eso sí: se cobra por ello.

Ripley, ¿no es esto ya una dictadura?

Ripley dijo...

Acabo de leer esto: "La palabra democracia me resulta demasiado noble para denominar la forma de convivir que tenemos los españoles a raíz del cambio de régimen que nos dimos en su día, auspiciado por la restauración de la monarquía. Con frecuencia se oye decir que la democracia es el gobierno del pueblo. No deja de ser una expresión coloquial pero, en el fondo, parece reflejar más una intención o un deseo que una realidad vivida día a día"...

..."Antes de continuar, quisiera recordar un pensamiento de Salvador de Madariaga: "La democracia es una forma y un medio, mientras que la libertad es una esencia y un fin". Creo que este pensamiento puede situarnos ante el fin último de la democracia y su utilidad al servicio del hombre como ente elemental de la sociedad. No estoy seguro de que individual y colectivamente caigamos en la cuenta del papel que la democracia puede y debe desempeñar en la sociedad".

Dos estractos de un artículo de Gabriel Moris.

besos

Ripley dijo...

solo echo de menos las sandalias y una nevera de esas playeras eso únicamente por mencionar el aspecto físico. Lo grave de verdad es el discurso:

https://www.youtube.com/watch?v=B60Npk3FwzM

marian dijo...

Pero la realidad, Campurriana, es que la Administración Pública está en manos de los partidos políticos de turno...
Yo no digo que sea fácil ni que se pueda controlar todo, pero se puede cambiar el funcionamiento de algunas cosas, especialmente, si existiera ese compromiso que dices.

Ya está bien de tanta sinvergonzonería, despilfarro, mangoneo y trapicheo.
Y much@s de l@s que se van a ir se lo han ganado a pulso, y encima se sorprenden e indignan y se les comen los demonios por quienes les van a sustituir. Eso no es tener mal perder, eso es caciquismo puro y duro.

Campurriana dijo...

Ripley, vuelvo a decir pero de diferente manera: No es la Constitución. Somos nosotros.
Lo que está escrito en ella, creo, no nos hace daño. Nos hacen daño otras historias que ya conocemos perfectamente.

Marian, el problema de la Admón. Pública es precisamente la lucha de poderes políticos. Estoy de acuerdo contigo. Hay otras cosas pero ésa le hace y nos hace flaco favor.

Respecto a los resultados electorales, creo que merecían un escarmiento los que estaban. Por otro lado, me dan pánico los gobiernos a varias bandas. Ya sabemos que donde mandan muchos...en fin.