11 de abril de 2016

Experiencias en el blog en la época en la que los blogs son calificados como "viejunos"



Pues, como "viejuna" que soy, sigo enamorada de estos especiales cuadernos de bitácora, que comenzaron con mucha fuerza allá por el dos mil y poco. ¡Cómo pasa el tiempo, por cierto! 

Ahora, en 2016, sigo pensando que son una buena manera de compartir opiniones con los demás navegantes de los mundos virtuales. Es más: creo que es la mejor manera de compartirlas si no salimos de las pantallas; fomentándose en ellos debates y pensamientos más sosegados que los que se puedan generar en las "dinámicas" redes sociales. Después de este tiempo sin pisarlas (las redes sociales), debo decir que no las echo de menos (sigo sin echarlas de menos). No voy a dedicarme ahora a machacarlas porque no sería justo y cada uno puede hacer con su tiempo lo que desee, lo que pueda, lo que guste sin más. Y, por supuesto, no todos tenemos los mismos objetivos en la vida ni las mismas formas de relacionarnos y de ocupar nuestro tiempo. A mí, desde luego, me ha venido bien salir de ellas; lo tengo muy claro después de conocerlas. Quizá algún día cambie de opinión pero, por ahora, soy feliz así. No siento ninguna necesidad de volver a ellas, salvo para saludar a aquéllos a los que, en cierto modo, quise (y quiero).

Aunque los blogs ya han pasado de moda, creo que aún tienen mucho que ofrecer. Es más: pienso que pueden volver a aparecer con fuerza, por esa pausada mirada que nos regalan si uno tiene interés para indagar en lo que nos afecta, nos ilustra, nos asusta... de este inmenso entorno que nos abriga y desabriga constantemente.

Me gusta todo de los blogs: su quietud relativa, su calor, la libertad de poder escribir y de que te lean cuando apetezca. O solamente escribir por escribir... Como hacía antes en folios sueltos, posteriormente metidos en carpetas también viejunas. Oh!...¡todo se vuelve viejuno a nuestro paso!... 

Reivindico desde aquí también la libertad de poder rechazar comentarios que podamos ver no aportarán nada bueno a nuestros rincones. No me afecta lo que me digan a mí (en absoluto) pero sí me afecta, y mucho, lo que pueda herir a los que aquí arriban. En alguna ocasión me han llamado la atención vía mail en este sentido... Me ha ocurrido de todo: me han tachado de censuradora y de permisiva. Por ello, me vi obligada a tomar una medida que no me gusta nada a priori: la moderación de comentarios. Me vi obligada a ello para evitar, en la medida de lo posible, que mi saloncito se convirtiese en un campo de batalla incómodo para muchos (muy "incómodo" en ocasiones, según comunicaciones recibidas de forma privada). Lo pasé mal en este sentido (muy mal) y, es cierto, en todo lo bueno siempre tiene que caer una gotita negra de acuarela vital. En los blogs, como en la vida, se generan también demasiados sentimientos encontrados y, como decía alguno de vosotros en alguna de las entradas anteriores, ¡en mi saloncito mando yo! ¿O lo dije yo?...

Gracias por escucharme. Y quiero que sepáis que siempre mis intenciones han sido buenas con todos vosotros. Pido perdón desde aquí a aquéllos a los que he podido haber molestado de unas u otras maneras.  No era ésa mi pretensión.

Me encantaría, blogueros que aquí llegáis, compartiéseis vuestras opiniones:
¿Cómo calificaríais esta aventura? ¿Lo que más os ha gustado? ¿Lo que menos? ¿Alguna anécdota? ¿Alguna amistad de carne y hueso? ¿Un amor acaso? ¿Un trabajo? ¿Una oportunidad?

13 comentarios:

VENTANA DE FOTO dijo...

Creo que todo lo has expresado completamente claro y pienso que los comentarios tienen que tener un mínimo de educación y respeto para la forma de pensar de los demás...como bien dices estás en tu casa y los límites los debes poner tu.

Besos

Juan Nadie dijo...

¿Que los blogs han pasado de moda? Vaya, y yo sin enterarme y con estos pelos.
¿Y a mí qué más me da si hace que no sigo las modas desde que era adolescente?.

De todas formas, Campu, esto vienen diciéndolo desde hace años. Pero aquí estamos, y un servidor va a seguir:

http://elmitodelataberna.blogspot.com.es/2008/10/no-estamos-de-moda.html

Chaly Vera dijo...

Yo no censuro ningún comentario, pues creo que eso le da vida al blog.
Nunca he recibido comentario insultante, alguna vez me han criticado o vapuleado, pero creo que eso es parte de la dinámica de escribir para que otros lean y comenten.
En ese sentido no me privo de comentar y alguna vez me han mandado un email indicándome que mi comentario estaba fuera de foco, más mi disculpa es simple, yo leí y eso entendí.

Campurriana dijo...

jajajajaa Juan Nadie, me gustas porque no callas y estás muy presente. Para llevar la contraria al gran Neruda. Me encanta que sigan ahí los mejores blogs. Los que permanecen son los mejores, ¿no?...jajajaaja. Tengan o no tengan muchas visitas y comentarios, tras ellos existe un deseo de comunicación que hoy en día es más importante y necesario, si cabe. Yo empecé a escribir en 2006 en este saloncito que pedí prestado inicialmente. Fui como el invitado pelma que no se va ni a tiros de casa. Mi compañera tuvo tal paciencia conmigo que me regaló una llave y la de ella...juro no la tiré al mar...¡lo juro!

He leído tu entrada. En 2008 ¿ya estaban condenados a muerte los blogs? Pues sí que hemos aguantado, la verdad. Me quedo con un fragmento de uno de los enlaces:

"La muerte de los blogs’ es una idea majadera, falsa, interesada y de uso cíclico y sensacionalista. Los blogs no son una moda, son una herramienta de expresión y comunicación. Y ésas no mueren tan fácilmente. Y, si no, que se lo pregunten a la prensa.

Este cementerio no es serio. Hala, me doy por muerto y me vuelvo al ataúd 😉"

Pues eso.

Campurriana dijo...

Chaly, me encantaría poder pensar como tú pero mis vivencias, algunas bastante duras, me han hecho cambiar de opinión a lo largo de todos estos años. Incluso, hubo una persona que fue amenazada muy seriamente a nivel personal a través de un debate generado en mi blog y tuve que tomar partido para evitar que aquello fuera a más. Me preocupaba que esa persona amenazada publicaba su foto real y había mencionado el lugar donde vivía y demás en los comentarios que compartía en su blog y también en el resto de sus blogs amigos. Tenía razón cuando me pidió que actuase de alguna manera, que evitase este tipo de comportamientos peligrosos. Mi saloncito no podía permitir ciertos ataques, ciertas ofensas.

A partir de ahí, aunque he intentado utilizar poco esta herramienta, empecé a evitar ataques personales entre mis blogueros. No me gusta porque a veces es muy complicado moderar y pienso que muy delicado también. Pero si alguno de mis comentaristas se han sentido ofendidos y yo veía que la cosa se desmadraba, actuaba de alguna manera. Primero, indicándolo en los comentarios en plan moderador de programa televisivo. Después, eliminando aportaciones que ya venían con el hacha levantada, que buscaban gresca. No quería entrar al juego. No quería que se saliesen con la suya. Eso tampoco sería justo.

Sigo sensible con este tema, Chaly. A mí me ha hecho daño y no tengo el blog para comerme el coco sino para compartir de una forma relativamente moderada todo lo que nos rodea. No estoy en contra de los debates acalorados pero sí de las malas formas, de los insultos, de las ofensas personales, de las prepotencias exageradas.

Es cierto que, a través de las palabras escritas, no se transmite al 100% la realidad de lo que pretendemos expresar ni mucho menos. Hablando cara a cara no hay pérdida pero escribiendo... Es complicado comunicarse sin gestos, sin tonos de voz... Muy complicado.

Todas estas impresiones son subjetivas, claro. Pero mi blog es mío y tengo que moderarlo de alguna manera y soy yo la única que puedo intervenir en este sentido. La que tiene la llave...

Sí, Chaly. Estoy sensible con este tema.

Campurriana dijo...

Ventana de Foto, después de meditarlo y mucho, yo también lo veo así. ¡Y mira que me fastidia!

Juan Nadie dijo...

¿Me gustas porque no callas y estás muy presente?. Joé, genial, Neruda te mata.

Desde el 2008 que yo sepa, pero no hagas caso, aquí seguimos de momento y con intención de seguir. ¿Quién dijo miedo? Y si alguien lo dijo, mientras no lo repita demasiado...

Campurriana dijo...

¡Me mata seguro!

Sigue presente y alzando la voz, Juan. ¡Eres único!

Yo seguiré por aquí mientras el cuerpo aguante. Aunque sea compartiendo alguna que otra noticia con vosotros cada año bisiesto.

:)

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Pienso que no ha pasado la era de los blogs. De este tipo de publicaciones se ha ido quien ha encontrado acomodo en otros espacios. No son incompatibles. Cada uno tiene su retórica.
Besos.

Miguel García dijo...

Agradezco tu vista y comentario en mi blog. No hay nada tan satisfactorio como poder comprobar que con tu modesto trabajo consigues el objetivo de despertar sentimientos y sensaciones en alguien, así pues, gracias de nuevo.

En cuanto al contenido de tu entrada, debo ser un bicho raro ya que estoy siguiendo el proceso inverso. Me inicié en una de las más conocidas redes sociales y, cansado de ella, decidí crear el blog y apartarme de ella hasta el punto de limitarme a usarla como mera colección de enlaces a las entradas del blog.

El blog me permite expresar mejor mis inquietudes y dejar constancia de mis locuras y excentricidades para que otros locos excéntricos como yo puedan compartirlas y, además, tiene la ventaja de que mi trabajo está más protegido (aunque nunca lo suficiente) frente a quienes, sin el menor pudor, se apropian de lo ajeno y pretenden hacerlo pasar como propio.

Si los blogs mueren, aguantaré hasta el final.

Comprendo tu posición con respecto a los comentarios. Yo no he censurado ninguno (hasta ahora) pues, aunque en algunos casos ha habido fuertes discusiones, por suerte nunca pasaron al terreno de lo personal.

Gracias por tu visita y un abrazo,

Campurriana dijo...

Pedro, es cierto que no son lo mismo. Que cada espacio tiene su finalidad. Por ejemplo, comprendo que muchos negocios tienen en las redes sociales una buena forma de comunicarse con sus clientes y viceversa. De los clientes se aprende mucho si uno sabe escucharlos. La clave del éxito está precisamente en sus críticas y sus elogios. Ésta es la utilidad más importante que veo, por ejemplo, a FB. TW ya es más locura...quizá divertida cuando participas en uno de esos hastags de programas de radio o televisión. Es una forma de averiguar cómo respira la sociedad, parte de la sociedad... Aunque, eso sí, todo en ellas demasiado dirigido, demasiado utilizado para fines políticos o comerciales. Pero ¿qué podemos esperar de este mundo más que consumismo?... Demasiado consumismo y poca meditación.

Miguel, gracias por tus palabras y tu compartir. Tus tierras me tocan cerca y me encanta que las retrates con tanto cariño. Me alegro mucho de vuestro apoyo a los cuadernos de bitácora. Seguimos en contacto.

Feliz tarde, navegantes de mundos revueltos.

Alfred dijo...

Hola! Es cierto, el blog te da una forma de escribir personalizada y pausada, se crea una relación de intercambio con los que comentan, que te hace agradecer y estar pendientes de los comentarios de quienes acabas de tratar como amigos que son, o lo acaban siendo con el tiempo. No sé si están de moda o no, aunque cada vez voy descubriendo más y casi siempre me sorprenden y enriquecen más como persona que le gustan las letras.
No llevo tantos años pero si los suficientes para ir viendo como funciona este mundo tan curioso, en el que puedes mostrarte de forma desinhibida, expresando tu forma de pensar sin molestar a nadie y disfrutando con ello. Por suerte he tenido pocas incidencias en cuanto a comentarios, claro que mi seguimiento es algo modesto, pero de momento estoy bien en ese tema y no pongo filtros.
Un abrazo.

Campurriana dijo...

Alfred, gracias por compartir tus impresiones. A mí también me sorprende este mundo curioso que está formado de multitud de mundos personales.

Últimamente, me dedico más a ver vuestros cuadernos que la prensa interesada. Me enriquecéis mucho más. Y me dais más confianza. Mucha más.