2 de mayo de 2016

Escribiendo...

Hoy he sentido el amor, el odio, la desesperación, la pasión enfermiza que todo lo dulcifica, lo amarga, lo vuelve a dulcificar y a amargar una y mil veces.
Hoy he sentido que estoy viva de verdad, como corazón joven que palpita con todas sus fuerzas contra el destino inevitable.
Asumo el riesgo de sentirme viva a pesar del sufrimiento y por esa vena que late reveladora en algún rincón de mi cuerpo.
Merece la pena pasar por el mundo siendo visto. ¿Merece la pena?...

9 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Claro que merece la pena.
Y también implicarse, y sentir aunque duela.

Besos.

Chaly Vera dijo...

Clarinete

Besos

Douce y el Náufrago dijo...

Amiga Campu, todo eso que dices es verdad y puede decirse. Lo tenemos para eso, es nuestra vida y debemos tratar de vivirla lo mejor posible, construyéndola minuto a minuto.

A veces, hasta Berta, tienes su días y lo vive bien.

Gracias, por que lo vivimos.

Campurriana dijo...

Yo también lo tengo claro. Ser besado a cambio de ser herido, ser querido a cambio de ser odiado, ser deseado a cambio de ser rechazado...

Pues eso. Me salió así. Lo que quiero decir es que sí...merece la pena. SIEMPRE.

Vivir merece la pena.

:)

Alfred dijo...

Vivir para contarlo, vivir siempre, ser vivido por otros, estar y ser.
Besos.

Campurriana dijo...

Alfred, a pesar de la decepción. Aunque vayamos con cautela... ;)

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Siempre. Siempre.
Besos.

Maribel dijo...

De todas las "personas" que habitan en mi hay una que destaca sobre las demás. Ella se encarga de mantener al resto a raya y es la que todos conocéis. Menos mal que de vez en cuando se despista y deja abierta la jaula por la que se escapan y se desbordan la pasiones.
Los despistes, todo hay que decirlo, duran poco. Enseguida aparece ella de nuevo, llave en mano, para recordarles a las demás quién manda aquí.

Campurriana dijo...

Pedro, lo sabía. Sabía que tú preferías vivir a pesar de los riesgos ;)

Maribel, siempre hay una "persona" en nosotros mismos que no pone a raya. Menos mal... ¡Un alivio!