22 de mayo de 2016

Las soledades de Madrid


Sigo paseando por las calles de Madrid. Detrás de unos, delante de otros... Pienso que las grandes ciudades se componen de grandes soledades; soledades que caminan entre otras soledades, en el devenir de los días, de los meses, de los años... Cegadas por ese sentimiento que no sólo corresponde a uno mismo sino a muchos que nos rodean, que nos siguen, que se cruzan con nosotros aunque no nos miren, no nos vean... O sí nos observen desde ojos ansiosos de calor.

Un montón de soledades juntas que demuestran que la peor soledad es la que permanece entre la multitud. La que se cree única sin serlo... La soledad que no tiene sentido porque la solución la tiene cerca, o debiera tenerla...

Mi ciudad de Madrid. 
Encantadora cuando estoy bien. Devastadora, como todas las demás, cuando echo en falta tanto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.