29 de marzo de 2017

La libertad de expresión ha muerto (otra vez)




El caso de la reciente condena a la tuitera Cassandra, me parece totalmente lamentable, desde el punto de vista de la Justicia de nuestro país y desde el punto de vista de la inteligencia supuesta, también de nuestro país.

No se puede poner puertas al campo. No se puede poner límites al sentido del humor, con o sin mal gusto. Si acabamos con esto (con lo que yo denomino "libertad de expresión, a pesar de todo") acabamos con lo único que nos queda. Es la inteligencia, en este caso, la que pone límites a las gilipolleces, a las palabras necias, a los tuits que, en lugar de alzarse a los titulares, deberían quedar soterrados para siempre por falta de respeto, de educación; como quiera denominarlo cada ser supuestamente inteligente que los recibe.
Irene Villa, en su día, nos dio una lección a todos de madurez. No lo olvido ni lo olvidaré nunca.

Pero esto no es lo peor de todo. Lo peor de todo es la incongruencia que reina por los lugares que supuestamente imparten Justicia con mayúsculas. 

¡Cómo nos toman el pelo!


7 comentarios:

  1. Y al piropo lo llaman acoso verbal

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  2. Me parece excesiva esta condena por una gracia desafortunada.
    Pero creo que no todo debería ser válido dentro de la libertad de expresión, las redes sociales se están convirtiendo en el anonimato de muchos descerebrados que ofenden gravemente a otras personas, creando en muchos casos odios innecesarios.

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  3. Chaly, hemos perdido las realidades. Nos las están haciendo perder. El hecho de que esta persona diga gilipolleces de este calibre, debería ser condenado por todos. Pero con oídos sordos y no con tiempo que tendría que utilizarse para cosas más importantes.

    Matías, se trata de palabras que provienen de una boca falta de cultura, de conocimiento. Claro que no debería ser todo válido pero no se nos puede ir de las manos, concediendo importancia a ignorancias sin más;a gracias desafortunadas, como bien dices.

    Somos nosotros los que tenemos el poder de darle portazo. Y, muy al contrario, la elevan a las alturas los medios de desinformación, que viven de noticias carroñeras como ésta. Tendríamos que hacérnoslo mirar.

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  4. Estamos en muy malos tiempos. Y no sé si vendrán peores.
    Besos.

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  5. Nos toman el pelo. Es así de claro.

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  6. Lo cierto es que reina en nosotros un cierto pesimismo ante lo que nos rodea. Es una lástima. Pero no tendría que pasar de ahí. Nuestras vidas las enriquecemos nosotros. Sólo nosotros tenemos ese poder y esa responsabilidad.

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  7. Me da la impresión, estimada Campurriana, que en el mundo de las llamadas redes sociales, los blog siguen siendo un oasis de talento, ingenio, variedad y...COMPOSTURA.

    Abrazo austral.

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Siento que tenga que ser así.
Gracias.