13 de abril de 2017

La piel fina de las redes, la piel fina de los activistas



Habitamos un mundo lleno de prejuicios, de faltas de escucha activa, de miedo al qué dirán los que se sitúan en la confortable posición buenista.

Supongo que lo del nesting ha surgido por no atoparse con ciertas fierecillas que juntas respetan los derechos humanos, los derechos de los animales, y los derechos de las rocas marinas. Pero rascas un poquitín y todo es confortable fachada de cara a los demás. Debajo, y no digo en TODOS los casos porque siempre hay alguien que se salva, hay una cierta pose quedabien o como quieran denominarlo. A algunos, hasta hace dos días, les importaban un huevo todas y cada una de las causas por las que luchan ahora embravecidos.

Sinceramente, estoy cansada de tanto populismo barato, de tanta hipogresía. Y es que las personas dispuestas a escuchar a la contraparte son escasísimas. La falta de empatía es el rasgo característico de la persona que es incapaz de progresar, humanamente hablando. 

Y, mea culpa, me cuesta también a mí escuchar sus argumentos. Quizá porque tengo mis motivos y, quizá, porque tampoco se han respetado los mismos por parte de esa gran tolerancia que los viste y decora. 

Sin embargo, pienso, y seguiré pensando siempre, que la base de todo es la EDUCACIÓN.

Cuestiones que se tocan ahora, debieran ser algo transversal y no únicos objetivos de partidos políticos o grupúsculos ideológicos.

6 comentarios:

VENTANA DE FOTO dijo...

Gran parte de culpa, la tiene la educación que estamos impartiendo, empezando por la falta de respeto al profesor y la pérdida del valor del esfuerzo, parece que hoy día a los niños se quiere más, si le concedemos todos sus deseos.

Besos

Campurriana dijo...

El problema, Ventana, es que a veces se parte de una falta de respeto ya desde el papel de profesor. Conozco a unos cuantos con unas ideas que dan miedo. Y, más que las ideas, la forma de expresar las mismas; esa contundencia que sólo crea ceguera, parcialidad absoluta.
Educar debería ser cosa de Maestros con mayúsculas. Todo el mundo tiene derecho a tener una opinión pero a un Maestro-con-mayúsculas debería exigírsele mucho más: generar un sentido crítico entre los alumnos, enseñarles a pensar, a contrastar, a argumentar, a respetar, a disentir.

Y nadie ha dicho que EDUCAR sea fácil.

Matías dijo...

Nuestros políticos son los responsables de muchas cosas que nos ocurren, la política se ha radicalizado, por si fuera poco las redes sociales permiten mucha impunidad.
Estoy de acuerdo que la educación es primordial, pero no es lo mismo educar y enseñar que tergiversar y adoctrinar.
Un abrazo.

Campurriana dijo...

Matías, con la educación sobrarían muchos partidos políticos que atraen votos de maneras un tanto sospechosas y absurdas.
Necesitamos una población que sepa discernir. Unos políticos que se ocupen de lo verdaderamente importante, en relación con la gestión de un país. Y no dudo que lo verdaderamente imporante tenga que tocar de forma transversal las distintas políticas.

El respeto, la tolerancia, la igualdad...ya deberían venir de serie.

Pena que las masas se muevan al compás de las modas.

Y en las masas nos incluyo a todos, para ir meditándolo...

Pedro Ojeda Escudero dijo...

En gran medida, las redes sociales son la barra de los bares de hoy... fácil decir, sin compromiso alguno.
Besos.

Campurriana dijo...

Pedro, es muy fácil hablar, es cierto. Lo verdaderamente esencial es algo que está al alcance de nuestra mano pero que sí aporta a los que tenemos cerca.

Podemos ayudar de muchas maneras. Ni Tuiter ni FB aportan nada. Y me refiero a los actos, los compromisos, los esfuerzos útiles.

El bla bla bla, si no va acompañado de algo más, es sólo eso: bla bla bla.