6 de octubre de 2017

El discurso del Rey


Vuelve a protagonizar la fotografía de éste, mi humilde saloncito, el rostro de nuestro Rey; el Rey de todos, mal que pese a algunos/muchos. Su rostro, en un discurso contundente, lo dice todo; Preocupación, enfado, cansancio... Y, no me extraña, teniendo que ver semejantes atrocidades; semejantes calificativos que se basan en la falta de conocimiento, en la falta de amplitud de miras, en la falta de respeto a la Monarquía, y con ello, a todo lo que representa, que también somos nosotros.

En estos delicados momentos, considero su figura más importante aún. Concede estabilidad en un período revuelto y muy peligroso. Es un referente de España; Un referente de nuestro país en medio de tantas turbulencias de partidos, en medio de tantos que hacen buenos a los malos con su deleznable comportamiento; Porque realmente son pésimos para TODOS. Son estas personas que generan mierda para luego vivir de ella, utilizando argumentos demagógicos y extremadamente pobres, sucios, despreciables. Niegan a esa España que pretenden gobernar/gestionar o, lo que es peor aún, titubean con ella, como Pedro Sánchez y su partido acabado.

Lo cierto es que no sé por qué me he puesto a escribir ahora. No tengo ni ganas. Estoy realmente agotada y triste por el tema Cataluña y todo el absurdo que lo rodea. 

Sin embargo, y no tan curiosamente, es un absurdo que está haciendo tambalear lo más importante que tenemos. Y, lo peor de todo, es que aún no se ha depurado ni una sola responsabilidad, por mucha palabrería bonita que haya soltado ahora Soraya Sáenz de Santamaría

Hemos metido a auténticos monstruos en el Congreso, en los parlamentos autonómicos. Precisamente, donde deberían coexistir personas cabales, formadas, con sentido de Estado y sentido común. Y, en cambio, tenemos que asistir a estos espectáculos vergonzosos, que nos tildan de un país que NO somos fuera de nuestras fronteras, porque no actuamos con contundencia y en su debido momento. 

Porque no nos queremos, porque caemos fácilmente en el odio del que viven estos caraduras que buscan rédito político en los basureros, en las cloacas. Así, he llegado a ver a votantes, que se creen personas íntegras (¡JA!), votando con el dedo pulgar levantado y una sonrisa de orgullo que daba pavor; verdadero pavor. 

Yo lo tengo muy clarito: Los violentos son ellos y todos los que han provocado este caos sin sentido. No me conmueven en absoluto las imágenes empleadas o los argumentos pobres y patéticos de tipos como Garzón (al que considero un pobre hombre), Ada Colau, Echenique y todas las mareas y mareantes que, desgraciadamente, no son pocos. 

El peor de todos, y el más peligroso, es Pablo Iglesias. Su personalidad es digna de estudio y, si de algo me alegro de todo esto, es que, al fin, se han desnudado completamente ante el pueblo; han mostrado su verdadera cara, sus verdaderas y mezquinas intenciones. 

Ahora le toca al pueblo dejarlos caer o meterlos hasta la cocina, de la mano de Pedro Sánchez. Si por mí fuese, ya estarían todos fuera de las Instituciones. No son dignos de ellas. No son dignos de España, una vez visto, sobre todo, el caso Cataluña.

Mi apoyo también a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. No merecían el trato recibido por el Gobierno; los dejaron solos ante el peligro y, lo que es peor, los metieron en el peligro obligándolos a un intento de evitar un referéndum que no lo es. 

Y lo que nos queda...

4 comentarios:

Matías dijo...

Estoy de acuerdo que esta monarquía es lo mejor que tenemos.
Los políticos nos están demostrando que no están a la altura.
Un abrazo.

VENTANA DE FOTO dijo...

Espero que la cordura se imponga...es preocupante la división que ha producido el conflicto entre los ciudadanos de un mismo territorio.

Besos

Campurriana dijo...

Matías, yo, al menos, pienso que la necesitamos más. Mucha demagogia en sus críticas. En fin...
He salido huyendo de la desinformación de estos días. Lo necesitaba!

Campurriana dijo...

Ventana, cuando se mezclan política y sentimientos, ocurre lo que ocurre...