De repente, comenzó a sonreír. Y a pensar que nunca más regresaría.
25 de noviembre de 2018
Escribiendo
De repente, comenzó a sonreír. Y a pensar que nunca más regresaría.
5 comentarios:
He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Por primera vez se sintió libre y sin ataduras, ya jamás nadie controlaría su vida. Ahora tomaría sus propias decisiones. Por fín podría volar en libertad.
ResponderEliminarBesos
Hay que hacerlo.
ResponderEliminarBesos.
Hola Campurriana:
ResponderEliminarDe perro asustado pasó de súbito a la categoría de mortal pensante y se dio cuenta de sus limitaciones.
Un beso austral.
Si asi lo querias, enhorabuena
ResponderEliminarVentana, es una buenísima noticia, sin duda. Esa sonrisa bajo la lluvia es una representación de la esperanza. Siempre queda tiempo para mejorar.
ResponderEliminarPedro, hay que hacerlo. Aunque cueste...
Esteban, podríamos verlo así. Huyó como perro asustado y sonrió bajo la lluvia desafiando al mundo. A pesar de la debilidad, también existe una fortaleza que ni nosotros creemos.
María Jesús, estas actitudes son dignas de muchas "Enhorabuenas".