3 de noviembre de 2018

La mano que aprieta



Abro los ojos y descubro la sensibilidad del hombre que pulía los cuerpos como se pulen los corazones con los sentimientos que salen del alma, de lo más profundo de nuestras entrañas. 

¿Y puede alguien conocer el cuerpo humano de semejante modo? ¿Puede tallarse en un bloque de mármol con tanta precisión y belleza? ¿Puede identificarse el momento exacto para formar la arruga, la hendidura en la piel, la sensualidad que provoca ese toque mágico, el genio hecho hombre o el hombre hecho genio?

Pasaría la eternidad admirando estas esculturas. No me cansaría de dar vueltas alrededor de ellas. Nunca me cansaría.

Si Dios no existe, entonces debe de haber otra explicación no menos alejada de este concepto creado, manipulado, tergiversado si quieren...

10 comentarios:

esteban lob dijo...

La escultura que muestras, Campurriana, es un notable ejemplo de todo lo que expones.

Un beso desde el fin del mundo.

RosaMaría dijo...

Comprendo perfectamente tu admiración por esta escultura, precisamente yo también estuve admirándola junto a otras en las que los detalles, las expresiones, el movimiento de manos y pliegues de ropa y túnica me dejaron encantada y deslumbrada. Interesante tu post y tu foto de la escultura tiene otro enfoque de las que saqué en su momento. Me gustó. Gracias. Saludos

Matías dijo...

Hay esculturas que parece que tienen vida propia. Continuamente podemos admirar obras de verdaderos genios de la escultura.
Un abrazo.

VENTANA DE FOTO dijo...

Hay personas con gran talento y sensibilidad, que se refleja en estas obras de arte.

Es de gran belleza esta escultura. Me gusta mucho como la has captado.

Besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Conozco mármoles más cálidos que algunas personas.
Besos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Bellísima esta escultura que representa un momento muy drámtico: aquel en que el viejo Plutón rapta a la joven Perséfone. Se aprecia el espanto de ella y su incapacidad para librarse de las garras del dios.
En la misma galería Borghese hay otra obra de este escultor, Bernini, que me gusta mucho: un retrato de Paolina Bonaparte representando a la diosa Venus... No tiene, ni mucho menos, esta fuerza dramática, pero sí una belleza serena. Un abrazo muy fuerte, querida amiga.

Campurriana dijo...

Isabel, estoy en plena lectura de tu libro y me está encantando. Muchísimas gracias.
El retrato de Paulina Bonaparte, que dio mucho que hablar en su época, está hecho sin tanta fuerza dramática pero con una belleza increíble. De Antonio Canova, si no me equivoco...
Pude ver de Canova su obra El Beso en el Louvre: Otra preciosidad.
Bernini, de todas formas, me ha tocado el alma en este viaje.
Miguel Ángel también. Ellos se olvidan más de las suavidades...

Un abrazo con cariño, Isabel.

Campurriana dijo...

Pedro, hay mármoles más cálidos. Sin duda alguna.
;)

Ventana, es impresionante verlas de cerca. Aconsejo la visita a la galería. Aunque, en cuanto a organización, les pongo que necesitan mejorar. Y, por cierto, comprad las entradas por adelantado.

Matías, esa mano sobre el muslo de la mujer, es pura sensualidad. Olvidemos que se trata de un rapto por un momento...

Rosa María, me apetecía girar y girar alrededor de ella. Eternamente...

Esteban, nosotros aquí también tenemos el fin del mundo. Fisterra...
Y en Francia...
jaja
Un abrazo que cruza el océano... :)

Mi nombre es Mucha dijo...

Me gusta leerte navegas en glorias un abrazo desde Miami

Campurriana dijo...

Gracias, Mucha. Qué bonito lo que dices...