Quizá sea el frescor que lo inunda todo en esta época de incendios y desvaríos.
Me atrae la idea de acercarme al río. De acariciar con mis pasos sus costados. Escucho el chapoteo de algún bicho que no logro adivinar qué es por su ligereza de movimientos. Eso añade, aún más si cabe, una magia especial a este tipo de paisajes húmedos y sombríos.
Si agudizamos el oído, podemos incluso llegar a escuchar el crecimiento de alguna seta que quiere con todas sus fuerzas quebrar la tierra, y a la que la lluvia de estos días ha dejado paso.
Camino alejada de la luz de la ciudad. Del sonido de las conversaciones de los restaurantes llenos de negocio en estos tiempos "post" pandemia. Todos deseosos de la vida que regresa, y yo alejándome a las aguas misteriosas que pretenden conquistar las ranas del atardecer.
Tras el encierro las ganas de escapar del bullicio en un rincón propicio a la reflexión calmada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Alfred, no siempre es así. Pero es verdad que en estos escenarios me siento muy bien.
ResponderEliminarMe alegro de verte.
Todos deberíamos encontrar un lugar como ese cuando merecemos descansar de la fatiga del mundo.
ResponderEliminarBesos, me alegra tu regreso.
Últimamente me pasa también que tengo ganas de evadirme, alejarme de todos, salvo de mi perra a la que llevo conmigo. Lo único que yo no escucho los sonidos de la naturaleza porque voy con los auriculares escuchando podcasts y audiolibros. Con lo bonito que es oír quebrar las ramitas por el peso de algún animal salvaje...
ResponderEliminarPedro, hay momentos para todo. No es que esté evadida constantemente pero sí noto que me estoy haciendo mayor. ;)
ResponderEliminarCoccinellidae, entiendo lo de tu perrita. En mi familia también se han probado las bondades de tener perro recientemente. Si uno no lo prueba, no lo sabe de verdad. Te invito a que te quites los auriculares en algún momento. Ya me contarás.
Yo camino lejos de todo... reconozco que antes de la pandemia también lo hacía.
ResponderEliminarToro, yo también llevo alejada mucho tiempo. Me gusta disfrutar de la naturaleza. Sola o bien acompañada.
ResponderEliminarUn abrazo.