25 de febrero de 2024

Caminos


 

Caminos siempre en la vida.

Recuperando fuerzas para las subidas y frenando con las rodillas sufridas en las bajadas. 

Curvas que llevan al giro inesperado.

Lamentos al perder a uno en el CAMINO.

Risas enlatadas.

Y me imagino la vida como eso que queda después de desnudar de LIVE a las fotografías de antaño.

Lo verde brillante se vuelve gris y, cuando observo tu imagen, me doy cuenta de que has sido REAL. De que podía tocarte.


7 comentarios:

Marian dijo...

La vida son caminos, sí, a veces encrucijadas que nos hacen dudar hacia donde ir. Muchas veces con curvas y a veces perdemos por los caminos de la vida, otras veces ganamos
Besos

TORO SALVAJE dijo...

Tantos caminos.
Tanto y tanto caminar.
Tantas pérdidas en el camino vital...

Debe ser el instinto de supervivencia el que nos hace seguir caminando.

Besos.

María dijo...

Preciosa la imagen CAMPU,con las ramas de esos árboles abrazando tu camino. Los caminos que recorremos cada uno, es cierto, están plagados de curvas, subidas y bajadas, piedras en las que tropezar y suelo en el que aterrizar para volvernos a levantarnos y seguirlo de nuevo.. (lo de las risas enlatadas no lo pillo) ¿que tienes las risas cuardadas en una lata ? espero si es así, que encuentres rápidamente un abrelatas; ) y sí, las pérdidas siempre son duras, pero ¿ sabes lo bueno de las despedidas, como de los enfados? los reencuentros y las reconciliaciones? Todos nos volveremos a reencontrar, sea o no verdad es muy reconfortante pensarlo.. así que puestos a elegir, quédate con esa idea, pensar lo contrario no te va a ayudar.. Un beso grande y buen camino esta semana CAMPU!

Sara dijo...

Qué haría yo sin la naturaleza, sin mis rutas de montaña, sin abrazarme a esos árboles o sumergirme en el mar, no concibo mi vida sin montaña, senderos y rutas que me dejen molida físicamente pero relajada emocionalmente. Tu foto invita a pasear por ese sendero.
Saludos

Campurriana dijo...

Marian, lo describes como ese camino que es la vida, con lo bueno y con lo malo. Con las decisiones difíciles. Con las encrucijadas pensadas como dilemas, emboscadas incluso.
Y ahora me acabo de acordar de la canción de Sabina:
Allá donde se cruzan los caminos
Donde el mar no se puede concebir
Donde regresa siempre el fugitivo...

Toro, el instinto de supervivencia es lo que nos hace seguir adelante. Y hasta el que se considera débil, es más fuerte que nadie en los duros momentos en los que tiene que responder o sí o sí para continuar. Somos fuertes. Tenemos una fortaleza interior que también es un regalo de esta vida. Y eso no quita la tristeza que acompaña, que aparece, desaparece y regresa...

María, leí tu comentario ya hace tiempo pero no pude responder en ese momento. Si te digo la verdad, me entró la risa de verdad cuando me comentaste que no pillabas lo de las risas enlatadas. Y es que yo escribo sin pensar demasiado, como se puede observar. Creo que así la verdad sale más fácilmente a la luz. Es como desnudarse deprisa, sin pretender poner la pose perfecta para la fotografía. Quería decir, con lo de "risas enlatadas", que son risas que se escuchan poco porque están encerradas en algún lugar... Es como un recuerdo. Ese sonido que no es directo, sino que aparece como en un sueño lejano... A veces, me da la sensación de que muchas cosas que he vivido no las he vivido realmente. Hasta que de repente me encuentro en lugares familiares y aterrizo de alguna manera. Incluso así, pienso que muchas vivencias he podido imaginármelas... Es algo extraño. Eso quería transmitir. El sonido casi irreal de unas risas en el camino...

Sara, podría haberlo escrito yo en algún momento. Y es que me siento totalmente identificada. Hay alguna diferencia. Y es que últimamente voy lenta caminando. No termino molida. Creo que me vendría muy bien, sin embargo, ese movimiento ligero, rápido, agotador, adictivo... Para activarme.
Es muy buena terapia. Ahora, más bien, voy lenta...pensando en leer en algún rincón digno de detenimiento. Pero tengo que retomar la actividad tan necesaria.

Un abrazo a todos. En un día lluvioso y con el brillante color del invierno. Deliciosa luz la del invierno mojado.


Alfred dijo...

En el camino todo lo tenemos tangible, luego reflexionamos sobre lo andado, y el recuerdo lo enturbia todo, menos los sentimientos puestos en su recorrido.

Besos.

Campurriana dijo...

Lo saboreamos con el recuerdo, Alfred. Lo degustamos, lo disfrutamos y lo sufrimos también.
Benditos recuerdos. Estamos hechos de ellos.