Creo que alguna vez ya hemos hablado por estos lares del programa Callejeros. Escuché que hoy recorrían las experiencias de la cola del paro pero no he llegado a tiempo a su primera parte. En la segunda parte de este programa aparece como protagonista la Sala Bagdad de Barcelona, y vuelvo a preguntarme cómo es posible que existan personas que sean capaces de hacer sexo en directo como quien fríe una chuleta o compra el periódico del día. Supongo que la razón principal y casi única será el poderoso caballero, o puede que incluso alguno disfrute frente a los ojos que le miran desde la barrera.
Un paseo por las vidas de estas mujeres y hombres que encuentran en tan primitiva actividad una forma de vida. No dejará de sorprenderme y puede que haya que sumergirse en tantas circunstancias que a uno le resulte muy complicado entenderlo si no ha pasado por alguna de ellas...
Desde luego, algo hay que valer ya en un principio para lanzarse al escenario. Y, por cierto, si algún día me caso, nada de sexo, nada de sombreros fálicos, nada de gastronomía erótica.
Un paseo por las vidas de estas mujeres y hombres que encuentran en tan primitiva actividad una forma de vida. No dejará de sorprenderme y puede que haya que sumergirse en tantas circunstancias que a uno le resulte muy complicado entenderlo si no ha pasado por alguna de ellas...
Desde luego, algo hay que valer ya en un principio para lanzarse al escenario. Y, por cierto, si algún día me caso, nada de sexo, nada de sombreros fálicos, nada de gastronomía erótica.
Y vosotros, ¿iríais o habéis ido a algún espectáculo de este estilo?
Muchas gracias a Callejeros y a los participantes de este reportaje.
Hola! Pues yo nunca he ido a un espectáculo similar ni creo que vaya..Yo respeto todas las formas de vida y de ganarse el pan pero llevar el sexo hasta estos extremos no va conmigo..Estoy segura que ésto les hace incapaces de disfrutar de la esencia del sexo...
ResponderEliminarUn saludo!
Como bien dices es difícil judgar a estas personas. Ponerse en el escenario y... yo no me veo capaz. No soy ningún mojigato, pero este tipo de expectación no entran en mi imaginario. Hay tantas cosas que me gustaría ver y el presupuesto no da para ello...
ResponderEliminarSaludos Campurriana.
Incapaces de disfrutar de la esencia del sexo...
ResponderEliminarEso mismo pensaba yo ayer porque a nadie le gusta pasar su tiempo libre trabajando de nuevo.
Comentaba alguna chica que no era lo mismo hacerlo con una pareja deseada que sobre el escenario con un compañero. Supongo que lo mismo lo mismo no es, pero bueno...
Me llamó la atención también la sonrisa de una madre que escuchaba a su hija después del show relatando con todo lujo de detalle sus experiencias. No logro entenderlo y quizá no les resulte tan duro como puedo verlo yo desde fuera. No lo sé.
Muchas gracias por vuestras palabras, Laurita y Fermín.
El sexo como algo mecánico. Me parece triste que se pierda lo que tiene de especial, de diferente, de único.
ResponderEliminarPues nada. Es que sigo sin entenderlo.
:)
Feliz año,
ResponderEliminarEntiendo menos a quienes se ponen a mirar esos espectáculos y pagan por ello que a quienes lo hacen para ganarse la vida o simplemente porque les produce placer hacerlo. No existiría esta clase de exhibicionismo sin aquélla de voyeurismo.
Yo me sometería de buen grado a esa experiencia si con ello desaparecieran los sentimientos de autoimportancia que generalmente hacen que exponerme a la opinión de los demás me resulte desagradable. No sé si realmente los tienen superados quienes sí pasan la prueba, porque me parece que no es coincidencia que la mayoría de los tipos que salen suelen estar bastante cachas, y, sin querer abrumar a nadie con mi dominio sobre estas materias, escasean los casos de actores porno con micropene. Pero esto de la vulnerabilidad a las críticas ajenas es algo que la mayoría de las personas tienen ya superado -eso me gusta creer a mí- y por eso prefieren someterse en cambio al ejercicio de degradarse lo bastante como para necesitar ver a otras personas hacer el amor en mayor grado que otras que más que necesidad únicamente sentimos algún morbo cuando salen ese tipo de escenas en las películas que emiten gratuitamente por televisión y sin participación consciente alguna en el guión. Como ni siquiera llegaría a comprender a quien sí es capaz de dedicarse a ser mago, humorista o locutor de televisión (por no decir que meterse en Gran Hermano), tampoco es que me escandalice por que hay gente capaz de exponerse realizando el acto sexual. Yo me lo tomo como gente haciendo su trabajo y no creo que ellos sientan que están enseñando su intimidad a los demás, pues es difícil juzgar quién preserva mejor su intimidad sin saber lo que es íntimo para cada cual. Quién sabe y muchos de estos actores no serían capaces de exhibirse mediante un blog. Que desempeñar ese trabajo llegue a tener implicaciones en la calidad de la intimidad sexual de esas personas con sus parejas, sean o no las del show, me parece obvio, pero es un prejuicio que no he comprobado ni pienso comprobar, a no ser que el número de ceros a la derecha me persuada de flexibilizar tan férreas convicciones (el poderoso caballero nunca pierde la esperanza de ganar nuevos adeptos, hay que estar siempre en guardia).
De todos modos, creo que llegaste a tiempo de ver la parte más interesante del programa y con mucho la menos escandalosa. Lo del paro sí que es un escándalo de verdad. Por lo menos hay una nota para el optimismo: un poco tarde, pero en cantidades que van en aumento, las personas que consideraron necesario manifestarse contra la guerra de Irak salen a manifestarse contra el exterminio masivo de palestinos. Me imagino que nunca voy a vencer la repulsión que me impide presenciar un espectáculo erótico como el que comentas, pero me veo muy capaz de volver a mirar a mis compatriotas a la cara si siguen teniendo gestos como éstos de los últimos días. Un poco más pobres que antes, pero con dignidad.
Yo tampoco entiendo a los que miran desde la barrera pero algo les aportará si pagan 90 € por entrada.
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