Y cuando entré en aquella habitación, mi corazón regresó con nostalgia a aquellos momentos de la vida en los que el tiempo calmado acariciaba lentamente las dulces sensaciones. Volví a ser como antes y pensé que en algún lugar se tendría que encontrar esa mujer con fuerza que fue capaz de sacar a una familia adelante y ser feliz a la vez. Me preguntaba que por qué ahora muchos no lo consiguen. Me lo sigo preguntando.
8 de agosto de 2009
5 comentarios:
He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.
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Magnífica reflexión que comparto completamente contigo.
ResponderEliminarHe tenido esa misma sensación más de una vez al entrar en alguna casa, habitación y observar..
Nunca lo hubiera escrito tan exquisatamente como tú.
Así pues, un placer inmnenso mi visita a tu casiña.
Esa es la gran pregunta. Uno no alcanza a saber que espera la gente de la vida, sobre todo de la vida compartida. En fin... son los tiempos.
ResponderEliminarSaludos, Campurriana.
Sigue siendo la 'gran pregunta' como dice Fermín...
ResponderEliminarQuizá nos hayamos olvidado que no necesitamos tantas 'cosas', para sentirnos bien.
Quizá busquemos 'fuera'lo que tenemos dentro. Pero no 'tenemos tiempo' de mirarnos.
Quizá pensemos que todo se compra con dinero.
Quizá nos sobre 'tener' y nos falte 'ser'.
Quizá nos hayan metido demasiados pájaros en la cabeza...
Quizá es que estamos 'aturdidos' con tanto ruido y no nos oímos...
Quizá hemos olvidado que con menos cosas, fuimos más felices.
¡Qué difícil resulta encontrar la respuesta a esa pregunta!
Carmen, las fotografías colgadas en la pared, esa manta de colores...todo me recordaba a las charlas que tengo con los mayores sobre la vida que se tenía antes; de esfuerzos y también de satisfacciones, de familia, de vecinos que eran como la familia también, de apoyo, de cariño, de momentos duros suavizados por los abrazos y por el contacto humano. No pienso que en todo fuesen tiempos mejores pero sí creo lo que me dicen...la gente entonces sonreía más...
ResponderEliminarFermín, me ha gustado tu reflexión. ¿Qué esperamos de la vida?. Quizá no estemos dispuestos a soportar nada cuando aparece el mínimo contratiempo. Quizá nos hayamos vuelto más egoístas, más cómodos, más indiferentes ante lo que no debiera resultar indiferente a nadie.
Julio, seguramente nos sobre "tener" y nos falte "ser". Hemos olvidado en qué consiste este juego de la vida; lo más importante...
Gracias por vuestras palabras a todos.
El dormitorio? Bueno ... decimos solo esta vista esa "intersante".
ResponderEliminarNo, la verdad esa es una interesante vista en las dormitorios antiguas de España. Yo conozco solo ... no todos :-) ... dormitorios de Colombia y de Alemania, por eso ... muy interesante!
Un saludo