Entre lluvia y rayos de sol salieron las procesiones a la luz del día o en las oscuras noches ferrolanas. Sobre la Virgen caían pétalos de rosa y la música de los bares se escuchaba a lo lejos, confundiéndose con el regio sonido de los tambores o, simplemente, con el silencio...
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Siento que tenga que ser así.
Gracias.
Me gustaría poder presenciarlo alguna vez directamente.
ResponderEliminarDebe de ser impresionante. Aquí esas procesiones no existen.
Buena semana!!
Sylvia, ya lo presenciarás. Las hay todos los años y ojalá te toque alguno con menos agua...
ResponderEliminarFeliz semana para ti también.
¡Preciosas imágenes, Campurriana! y muy significativas.
ResponderEliminarLas fotografías simplemente pretenden ser un reflejo de estos días, Náufrago. Las artísticas las dejo, como siempre, para nuestros fotógrafos de la derecha...jejeje
ResponderEliminarFelices sueños, navegantes.