28 de abril de 2011

"El que no inventa no vive"


Esta fotografía se titula "Sobrevolando la catedral". Podríamos utilizarla para representar nuestros "sobrevuelos" sobre asuntos banales y no tanto. Y es que últimamente Campurriana está un poco alejada de los sucesos y sucedáneos que componen nuestros días.

Estamos gobernados por un Gobierno desangelado, por un Presidente que no quiere serlo, por los que apuran sus últimos pasos para agarrar monedas reales y, sobre todo ahora, potenciales. Las columnas de prensa hablan de bodas de príncipes, de familias ahogadas por las deudas, de la resignación de una sociedad que llora pero que no grita, que se queja pero no se mueve. De todo lo que he leído hoy me quedo con esta frase, que también ha sido pronunciada por Ana María Matute:

“La única verdad es todo lo que me he inventado en la vida"
  
Pensemos en ella.

8 comentarios:

Douce dijo...

Campu,

...¿Pero tú crees que hay realmente 'sucesos' o sus sucedáneos? Aunque tampoco estoy demasiado al tanto de lo que ocurre,tengo la impresión de que es todo tan igual, de un tiempo a esta parte, que es como si no sucediera 'nada', nada que realmente fuera una Noticia, una verdadera 'novedad'.

Ya que mencionas a Ana María Matute, hoy volví a revisar único libro que tengo de ella. Allí encontré algo 'nuevo'. Estaba muy clara la novedad. Así empezaba su "Paraíso inhabitado":

"Nací cuando mis padres ya no se querían. Cristina, mi hermana mayor, era por entonces una jovencita displicente, cuya sola mirada me hacía culpable de alguna misteriosa ofensa hacia su persona, que nunca conseguí descifrar. En cuanto a mis hermanos Jerónimo y Fabián, gemelos y llenos de acné, no me hacían el menor caso. De modo que los primeros años de mi vida fueron bastante solitarios".

Es fácil adivinar que con ese principio escriba eso: "La única verdad es todo lo que me he inventado en la vida". Ella y 'su' Unicornio

Campurriana dijo...

Pues sí, Náufrago. No he leído ningún libro de ella y espero hacerlo. Me ha gustado el texto que nos dejas. Sencillo, directo.

Y, por cierto, por eso me aburre la prensa. Todos los días la misma cantinela.

Campurriana dijo...

«Nací cuando mis padres ya no se querían»

Me parece muy dura la frase. Desgraciadamente, muy real también.

Gracias por compartir, Náufrago.

Campurriana dijo...

Tata María, y la cocinera Isabel, me habían leído, la primera, y contado, la segunda, muchos cuentos. Los libros desechados ya por mis hermanos fueron, primero en sus labios y poco más tarde leídos por mí misma, lo más revelador y dichoso de mi primera infancia. Y no es extraño -o no lo era entonces- que en alguna de aquellas correrías nocturnas, descalza y en camisón, viera una bandada de príncipes cisnes -once, exactamente- volar cielo arriba, o escuchara suavemente, entre el vaivén de las cortinas de mi ventana, la llamada de un conocido caramillo.

Me apetece leerlo.
:)

Juan Nadie dijo...

No te arrepentirás, Campurriana.

Campurriana dijo...

Ya os contaré, Juan. Muchas gracias por tu visita.

sebasnavarrete.blogspot.com dijo...

"una sociedad que llora pero que no grita, que se queja pero no se mueve" Aquí queda todo dicho, genial. Los que nos gobiernan, ahora y siempre, llegaran hasta donde la socidad se lo permita. Abrazos.

Campurriana dijo...

Sebastián, la culpa de nuestros males, de la mayoría de ellos, es sólo nuestra. Estoy convencida, tristemente convencida.