17 de septiembre de 2014

De buenismos, lanzas, toros y redes sociales...



No se trata de defender al Toro de la Vega porque, desde luego, no es lo que pretendo. Lo que sí que voy a criticar es el buenismo que lo inunda todo cuando alguien menea algún tema que interesa por motivos varios. Me refiero al buenismo hipócrita de tantos, que sueltan por la boquita unos párrafos dignos de coronas angelicales, aunque luego se la estén clavando por la espalda al vecino. 

El otro día, escuchando a Jorge Javier en su Sálvame, daban ganas de llorar por sus palabras tan "sentidas" con respecto al Toro de la Vega. Una persona como él, que lleva viviendo de acribillar a la gente casi toda su vida, nos va a dar ahora lecciones de algo ¡Era lo que faltaba! Después están esos actores y demás artistas e intelectuales varios rompiendo lanzas, a los que, curiosamente, hace mucho tiempo que no vemos en la palestra y esto les viene que ni pintado.

Y da igual que sean el toro, la dieta vegana, la defensa de los saharauis o cualquier otra causa. 

Las redes sociales, con su increíble y temible facilidad para esparcir cualquier cosa, ya han hecho su labor. Han provocado que todos nos acordemos ahora de este toro y agitemos también las campañas pretendidas. 

Mañana aparecerá otra historia y nos olvidaremos de la anterior porque ¡será por causas en este mundo loco!

8 comentarios:

Ripley dijo...

yo estoy esperando a que aprueben el dia del orgullo heterosexual pero no hay manera.

soy taurino, viví y crecí al lado de las Ventas, allí conocí y pude saludar e intercambiar unas palabras con el Fari. Era una novillada y estaba en primera fila, me refiero a mí, el Fari en el callejón.

Las tradiciones hay que cuidarlas y respetarlas aunque esta me parece una salvajada que nada tiene que ver con los toros, nuestra Fiesta Nacional. España no se comprende sin los toros. No hablo de la España actual sino desde el principio de los tiempos.

Sobre el tontismo y el buenismo estamos que lo tiramos ¡anímese señora hoy dos por uno!

Sobre las redes sociales compartimos opinión.

Sobre Sálvame lo ignoro todo y no se quien es quien pero se que viven de despellejar a la gente, lo que me preocupa es que programas como esos tengan audiencia. Es algo que no me entra en la cabeza y que evidencia la estupidez crónica de nuestra podrida sociedad.

besos de madrugada

Juan Carlos dijo...

Creo que alancear un toro, por más que sea una tradición de muchos años, es una salvajada igual que la de tirar una cabra desde un campanario o arrancarle la cabeza a un pollo montado a caballo.
También creo que el que Jorgito se dedique a pontificar desde su repulsivo programa demuestra hasta que punto una panda de desharrapados precedidos por una cuyo máximo pedigrí fue follar con un torero y embarazarse de él son capaces de sorber el seso a otra panda de descerebrados. Lo peor es que, encima, el novísimo y guapito líder del PSOE llame al Javierín para decir que el no ha ido nunca a una corrida de tolos, lo que demuestra hasta donde ha llegado la estulticia en este país.
Salu2

Campurriana dijo...

Nunca he entendido la celebración del día del orgullo gay, Ripley. La forma de celebrarlo...no sé...Igualdad y después los que asisten, a simple vista, parece que quieren ser más diferentes que nadie. Pero bueno, respeto las formas de cada uno mientras respeten las mías.

Juan Carlos, lo del guapito es lo que faltaba ya para el duro. Supongo que habrá cavado (o terminado de cavar, más bien) su propia tumba con esto, aunque...¿quién sabe?. Este país no deja de sorprenderme. Si hasta por guapo lo votarán!!!
¡Cómo triunfa el populismo!
Menuda tristeza.

Luis López dijo...

Intentar ser progresista siendo populista. Pá politiquilla, vamos¡¡¡¡

Campurriana dijo...

Luis, lo siento...no he comprendido el mensaje...

Quizá sean las horas.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

No. De esto no nos olvidaremos. Veremos terminar con estas barbaridades.
Besos.

Campurriana dijo...

Pedro, creo que el sentido de mi crítica se comprende. Es lo que quería dejar plasmado. Nada más.

Campurriana dijo...

Con lo fácil que es ser políticamente correcto. En fin...