19 de marzo de 2015

Desayunando...



...sin planificar nada salvo caminar las horas del día en una ciudad que, por su tamaño, su ambición y su prisa, te devora sin piedad si no tienes el ánimo calmado y te acaricia, como el amante furiosamente enamorado, si te sientes deliciosamente vivo...

5 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Disfruta. Son horas lentas que impagables.
Besos.

Myriam dijo...

Idem, disfruta mucho, esas caminatas son lo mejor. Parecería que hablaras de mi ciudad...

Besos

Campurriana dijo...

Ahora disfruto de los recuerdos de todos los viajes que he hecho. Los saboreo antes, durante y después...como los momentos más dulces de una vida que, por apasionante, también es muy puñetera.

alfonso dijo...


El oficio de un visitante de Nueva York es caminar. Caminar todo el día... y el día no es suficiente.

· :)

· CR · & · LMA ·

Campurriana dijo...

Lo hice, Ñoco. Lo hice hasta agotarme. Ese agotamiento que te deja sobre la cama con una sonrisa de satisfacción.
Uno de mis sueños cumplidos y quiero seguir cumpliéndolo allí en otro momento de mi vida.
Quedan tantas cosas.
:)