29 de marzo de 2016

Con perdón...(sin perdón)



13 comentarios:

Juan Nadie dijo...

Lo "políticamente correcto" es el miedo a la disensión, y a la palabra más alta que otra, o al menos distinta a los cánones actuales (a la moda, vaya). Es agarrársela con papel de fumar, con perdón.
Yo tengo bastante claro que si digo algo "políticamente incorrecto" (algo que se sale del "pensamiento único"), el problema no es mío, sino de los que piensan en una sola dirección.

Douce y el Náufrago dijo...

Hola, Campu

Gracias, a Juan Nadie que es bastante un alguien he podido entrar en "El país de las últimas cosas' porque en el blog me cortaban cortaban con un texto:

"«Error de seguridad»
«El sitio web al que vas a acceder es engañoso etc....»

Abajo hay un cuadro que señala «Enviar a Google automaticamente
información sobre posibles incidentes de seguridad «Política de Privacidad» "

Total que tuve que captar el "Your écards" on Pinterest, de la chica que decía:

"Estoy cansada de que la gente sea polícitamente correcta para no ofender a nadie. ¿Sabes qué encuentro ofensivo? No tener la libertad de poder ofender a alguien."

Total, que lo que está claro en este "País de países" o de lo que sea, el tal "políticamente correcto" es lo que uno siente.

Por cierto, aquí, no sé si es lo 'correcto' o te lo escupen. A mí se me ha ido lo correcto y lo incorrecto, porque ya no creo nada de eso que llaman "Político".

Amen.

Campurriana dijo...

Juan, ¡cómo te comprendo!

Disculpad las formas de esta entrada del saloncito. Es que ayer estaba muy cabreada y me sentí muy identificada con el gesto que va para los que son tan buenos, tan buenos...que caerán de bruces en el reino de los cielos.

Resulta que volví a sufrir esa intolerancia de aquéllos que van de tolerantes pero no toleran que se piense de forma diferente a ellos. Me viene a la mente esa frase que he leído en el blog de José Antonio esta semana. La suelta una jovencita muy mona y de Vallecas. Algo así como "ser de izquierdas es querer el bien para todo el mundo". Y, vaya, se queda más ancha que larga!!

Defiendo a España como nación, el castellano como su lengua en todo su territorio, las nacionalidades dentro de la nacionalidad porque implican mayor riqueza para todos, la monarquía como institución que puede conceder una cierta estabilidad dentro de las inestabilidades actuales. Y NO todo el mundo tiene los mismos derechos porque NO todo el mundo tiene o ejerce mismas obligaciones. NO todo el mundo está dispuesto a lo mismo y eso se llama Justicia y lo demás son gilipolleces.

No somos todos iguales, señores progres. Esto no es un cuento de niños sino una historia mucho más compleja de esfuerzo y recompensa.

En fin... también defiendo que ésos que se autocalifican "de izquierdas" pero agarrando los propios bolsillos por si las moscas, NO han ganado las elecciones. Por si se les sigue olvidando el sentido del voto de estos ciudadanos que no sé para qué puñetas se molestan en ir a las urnas.

Disculpen el desahogo. Hoy, mejor.
Además, estoy haciendo lentejas con lluvia en los cristales.

Douce y el Náufrago dijo...

(Creo que nos hemos cruzado en las respuestas)

Ya saldrá.

Campurriana dijo...

Nau, ya me han indicado otros blogueros este problema. No lo he mirado. Avisaré a Google. De engañoso nada que no gano nada. Me refiero a pasta o intereses económicos. Sí otros intereses como el de expresarme y compartir mis cabreos y mis alegrías. El de escuchar los vuestros.

Gracias por avisar. Y siempre tenemos que ser, al menos, sinceros con nosotros mismos. No intentemos engañarnos también con lo políticamente correcto. ¡Sería aún más triste!

Feliz tarde. Lo que queda de ella...

Campurriana dijo...

Sí. Hemos estado escribiéndonos al unísono, Nau. Ya he avisado a Google. No sé si responderán...

Un abrazo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Bueno, no creo que la mejor forma de defender las ideas de uno sea ofender a otro. Ya sabes: ojo por ojo y todos tuertos...
Aunque a veces parezca la mejor solución.
Besos.

Campurriana dijo...

Pedro, no es la mejor forma. Es cierto que nos tendríamos que detener más a escuchar. Me incluyo como receptora del consejo, por supuesto. Lo que no soporto es el buenismo de los que se creen mejores diciendo cosas que no tienen sentido. Para mí no lo tienen salvo si lo que se pretende es salir indemne de una conversación que, en caso de profundizar, puede resultar más incómoda pero también más fructífera. Sobre todo, más fructífera y no tan vacía como muchas que suenan con tintineo de cucharillas de café de fondo.
No sé si me explico. Así, de carrerilla...

Felices sueños.

Campurriana dijo...

Me gusta la gente que se moja y que no se apoltrona en el lado cómodo de la conversación. Me gusta la gente que dice verdades como puños sin pensar en lo políticamente correcto.

Campurriana dijo...

Y el problema...algunos "se ofenden" muy fácilmente.

Campurriana dijo...

Cuando hablo de ofensa no me refiero a la falta de respeto hacia el otro. Eso no cabe en ninguna conversación, o no debiera caber. Obvio es, desde luego.

La empatía, la educación, el saber escuchar, el respetar a los demás y a uno mismo, la valentía por apostar por lo que se piensa aunque no sea eso...políticamente correcto... Todo ello es un dechado que debería estar presente en cualquier discurso. Es inevitable el acalorarse a veces pero nunca debemos caer en el insulto, en la ofensa directa con esa intención.

Os preguntaréis...¿y cuáles son los límites que se tendrían que tener en cuenta a la hora de exponer nuestras ideas? Es cierto que cada uno tendrá los suyos porque las tolerancias, el sentido del humor, las sensibilidades...son diferentes en cada uno de nosotros. Yo, desde luego, sí tengo claro cuando la conversación pasa a ser de un tono castaño oscuro. Por ello, este mensaje explicativo en la habilitación de comentarios. Me dio lástima tener que ponerla en su día pero, desgracidamente, sigo viéndolo necesario por los motivos una y mil veces expuestos en este saloncito.

Gracias por escuchar de nuevo.

Maribeluca dijo...

Es una dictadura
Y el hartazgo de ella crea monstruos que se jactan de no ser políticamente correctos por ir embistiendo a los demás
Al final yo lo quité todo para no autocensurarme y mucho mejor
Un saludo cariñoso

Campurriana dijo...

He releído esta entrada y los comentarios, Maribeluca. Ya ha llovido desde esas lentejas tras la lluvia de los cristales.
Sigo pensando lo mismo. Yo creo que, con tanta corrección, somos mucho más pobres, más ignorantes, más intolerantes, más cerrados de mente, con menos sentido del humor inteligente, y mucho más infelices.
Yo veo ahora una sociedad sin ingenio, sin brillo y con muchas tristezas.
Puede ser el día, que está oscuro también.

Me alegro, eso sí, de tu visita al saloncito.