26 de abril de 2016

Bertín, otra vez...




Soy consciente de que ya ha aparecido algunas veces por el saloncito. Ayer, debo decirle, le puse los cuernos con La Embajada. Me daba pereza escuchar a la -antes moderna- Ágatha Ruiz de la Prada. Y bueno...a Pedrojota ya le he escuchado unas cuantas veces también... 

Vaya, que no me interesaba el programa recién estrenado de Bertín en Tele5 y, como no tenía ganas de hacer cosas provechosas de verdad, me tiré a la piscina con el folletín de buenos actores y no tan buenos... Así, para no pensar demasiado en estos tiempos en los que pensar no se lleva demasiado, de cara a la galería al menos... 

Iba de corrupción. Va de corrupción este folletín. De corrupción inevitable...como inevitable es librarnos de ella con la impronta de ser humanos y no divinos. Tan lejos estamos de esa divinidad que ya no la espero. Aprendamos a vivir en medio de la mierda si queremos llegar a rozar con los dedos esas porciones de felicidad, de bienestar al menos...con nosotros mismos, con nuestras cabecitas complejas y puñeteras tantas veces...

Lo siento, Bertín. Me aproximaré a ti si me interesa el personaje o coincide que paso por allí. Ya sabes cómo es la tele. La tele, como la vida, es una casualidad de casualidades, y cada vez menos maravillosas por la edad; por el paso del tiempo que cada vez pone más difícil el éxito porque el éxito es de las cosas sencillas. A las cosas sencillas pertenece, y sólo a ellas. Se nos olvida tantas veces...

Espero tengas éxito, espero también te lo ganes. 

¡A por ellos, Bertín! ¡A por los personajes que tengan cosas que decir!

7 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Y el caso es que a mí este hombre, con el que me separa un abismo ideológico y en la perspectiva de vida, me encantaría tomarme una buena cervecita.

Maribel dijo...

Pues yo me quedé un rato a ver a Bertín.
Me da mucha pereza engancharme a una serie y me gustan, en general, los programas de entrevistas.
Ahora, además de hacer un repaso por la vida del entrevistado, parece que es importante conocer su casa y su espacio de intimidad. A mi eso me interesa menos, o nada.
Al final, con tanto despiste de decorados, invitados y recetas de cocina, la conversación pasa a un segundo plano. Más bien se reduce a unas cuantas anécdotas y poco más.
Echo de menos esas entrevistas con los protagonistas sentados en una mesa vacía, como las buenas charlas que se propician en un café...

Campurriana dijo...

Pedro, estoy segura de que sería una charla fructífera para ambos. A mí, como ya sabes, Bertín me cae bien. Me gusta esa forma de ser que tiene: activa, divertida, echada para delante, osada también, simpática. Incluso, me gusta esa campechanía, que no sólo debemos asociar a La Corona. Y, por supuesto, su sinceridad a la hora de sacar temas políticamente incorrectos en la España actual de cogérsela con papel de fumar.

Maribel, estoy de acuerdo contigo. Las series televisivas, en general, dan una pereza increíble. Y las entrevistas, cuanto más centradas y no descentradas, mucho mejor. Me viene a la cabeza ese Hormiguero que me aburre como nada. Todo menos entrevista. Chorradas, chorradas y más chorradas. Y sí: me cae mal el presentador ése "pelirrojiteñido".

Douce y el Náufrago dijo...

Buenas tardes

Como mi audición no funciona, no veo la Tele. Alguna vez veo un poco, muy poco, pero lo que veo es lo que siento. Vi trocitos de algún personaje, diría que a casi nadie.

De lo de ayer, sólo vi algún momento, miraba más a él que a sus invitados pero no me interesó demasiado. Que yo diga esto no significa nada.

De todos modos ha encontrado su "modus vivendi" y no tengo nada contra él. A quien no veré es un 'vecino' que llaman Miguel Ángel Revilla… Imagino que tendrá muchos ‘amigos’.

Lo siento, Campu (No debería haberlo nombrado)

Campurriana dijo...

Nau, no te pierdes nada. La televisión es más para perder los tiempos.
Pues no sabía que venía el iluminado del Revilla. Lo cierto es que no sé bien de qué va este hombre. Tú, que vives por esos lares, lo conocerás mejor. Yo me quedo con sus explicaciones de pie de banco televisivas. Le gusta más la tele que a un tonto un lápiz.

Alfred dijo...

La verdad es que este tipo de programas, me parecen una propaganda compartida entre entrevistador y entrevistados.
En cuanto a las series han de ser buenas para que enganchen.
Saludos.

Campurriana dijo...

Alfred, es un programa preparado al detalle. Con esto...sólo consiguen desplazar la tan importante naturalidad.

Finalmente vi a Bertín y no me gustó. Ágatha con demasiado protagonismo y un pañuelo lleno de mocos en la manga, como si ello concediese esa naturalidad de la que hablamos... La hija, que ya apunta maneras.
Pedrojota, el más interesante de su familia con infinita diferencia, apenas apareció por allí. Y su hijo...que tampoco interesa ni a él le interesa interesarnos, salvo para comprar corazones agatizados.

Con las series, Alfred, me he vuelto muy perezosa.