19 de mayo de 2018

Borgen




Estoy viendo esta serie. He empezado a verla. Es curioso porque, fuera de la ficción, estoy tan cansada de la realidad política y mediática en general, que lo extraño es que haya caído en esta historia que toca todo aquello que últimamente detesto. Y, no por falta de interés personal, sino por amor propio. 

Necesitaba un respiro. Sigo necesitando este alejamiento tan recomendado para la salud física y mental. Aún a riesgo de quedarme sin palabras en los debates de actualidad que se generan alrededor de una mesa, de un café, de un buen vino. Puedo llegar a soportarlo. Es más, me siento bien cuando me siento alejada de todo lo que se dice, se comenta, se rumorea... 

Pero, lo de Borgen, desde mi punto de vista, es un aprendizaje. Un entretenimiento también. El ser humano precisa de pasar el rato, incluso a veces sin acercamientos a grandes conocimientos. La vida también es perderse en frivolidades. También es eso. Sin una tontería a tiempo, estaríamos todavía más muertos, más vacíos.

Me gusta la serie porque me he enamorado completamente de su protagonista: la Primera Ministra de Dinamarca. La veo inteligente, cálida, fría también. El personaje, desde mi punto de vista, es maravilloso. 

Y navega ella entre las aguas de los juegos políticos y la familia. Esa conciliación tan imposible de llevar en determinadas posiciones. Porque, si es ya difícil conciliar siendo un ciudadano normal, podremos imaginar la dificultad a la que se enfrentan personas que ocupan cargos de este tipo, para conservar aquello que es tan indispensable, tan natural. 

Todo en esta vida requiere su esfuerzo. Sin una preocupación continua, es fácil que, aun los vínculos más fuertes, pierdan esa fortaleza y se rompan sin remedio.

Toca entonces esta serie la conciliación, los entramados políticos, los juegos sucios, el sexo, el amor, los hijos, el papel tan injustamente destacado de la prensa política, las frustraciones personales, las apariencias. 

Hace pensar en el papel que juega la protagonista, que ni ella muchas veces sabe cuál es... Porque es tan difícil perderse cuando uno debe depositar su confianza en tantos. 

Es, básicamente, una serie psicológica. Una serie en la que juegan un papel tan importante las miradas. Ese juego de miradas de Borgen es espectacular. Y no olvidemos que es una serie danesa; tan alejados supuestamente de los sentimientos más nuestros. Al final, es cierto, todos somos personas de corazón y cerebro. Y el corazón siempre tiene un papel fundamental en nuestras vidas, seamos del frío norte o del cálido sur...

En resumen, esta ficción me ha llegado. Quizá, porque, en cierto modo, no sea tanta ficción. 

Me gustan las series psicológicas; las series que se centran en lo que sentimos que, en definitiva, es lo que somos.



*Los blogs no se mueren si no los dejamos morir.

7 comentarios:

Campurriana dijo...

Acabo de darme cuenta de que ya se había escrito en el saloncito sobre esta serie. Una columna de Rosa Montero en su día. Comentaba Ripley y envío ahora un recuerdo especial para él, que se nos fue en un mes de mayo... ¡Cuánto se te echa de menos, mi querido Ripley! Tus comentarios...tan trabajados, tan tuyos. Tus comentarios "de madrugá".

Un abrazo a todos. También, a los "pobres" políticos. Aun con todo, la Primera Ministra de Borgen, ya la quisiéramos muchos.

Alfred dijo...

Es una serie que sin ser nada extraordinaria, te ofrece un acercamiento a la vida de los políticos y los medios, unos sin los otros no se conciben hoy endía.
Un saludo.

Campurriana dijo...

Tal cual, Alfred. No se conciben.
A mí me gusta. Creo que está bien trabajada. Sobre todo, interpretada.

Matías dijo...

No acostumbro a ver series, te enganchan de una forma, que no puedes dejarlas.
Sobre las televisiones he comentado muchas veces que viven de las audiencias y al parecer últimamente se dieron cuenta que las tertulias políticas les dan muchos beneficios, ademas de ser "la voz de su amo", esto es, cada una barre para su ideología.
Un abrazo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

No conozco esa serie, cada vez veo menos televisión.
En cuanto a lo de mantenerse apartado, es curioso, yo también lo practico pero después de unas semanas apartado cuando regresas ves que no ha cambiado nada...
Besos.

VENTANA DE FOTO dijo...

No conocía esta serie, sería interesante saber en que cadena de tv se emite. Debe ser bastante interesante cuando la sigues con tanta atención.

Besos

Campurriana dijo...

Matías, pocas series me enganchan. Muy pocas. No te cuento entonces tertulias políticas. Hace tiempo que las dejé a un lado...

Pedro, parece que esta vez sí ha cambiado algo. Quizá, no tanto como creemos en un principio.

Ventana, yo la veo a través de Movistar. No tengo ni idea de dónde la podrías encontrar. No pretendo tampoco hacer publicidad.

Por cierto, es curiosa y terrible, por la posibilidad de no ser tanta ficción y sí mucha realidad, El cuento de la criada. Ahora ya está la nueva temporada. Creo...