4 de septiembre de 2018

Un sueño cumplido (y por cumplir)




Recientemente, he pisado tierras de "safari". Uno de esos sueños que tenía desde niña.

No me canso de observar a los animales. Podría estar horas y horas viendo a un león en plena siesta, o a una hiena con sus crías, o a un avestruz cortejando a su potencial conquista... Podría estar horas disfrutando del baño terapéutico de un hipopótamo o de la espera eterna de un cocodrilo. Podría degustar, con permiso de los animalistas, una escena de caza o de apetito carroñero; algo que realmente acerca al verdadero sentido de esta naturaleza que nos acoge y de la que nos alejamos tanto últimamente (o no, según se mire...)... 
Y los babuínos haciendo de las suyas... También, las gacelas de Thomson saltando con su graciosa agilidad, los eland imponentes desafiando a aquéllos que pretenden hincarles el diente... 
Los vigilantes topis, los castigados ñus, las cebras con su temperamento escondido bajo las rayas que despistan, los búfalos con esa mirada tan intrigante como temible...
¿Y qué me decís de los preciosos marabús africanos? Digo "preciosos", porque me parecen realmente curiosas estas aves despeinadas...
¿Y el pájaro secretario? ¿y la elegancia de las grullas? ¿y el color del plumaje de la carraca lila?

Perdonad mi verborrea. Realmente, regreso emocionada. Incluso, a pesar de los riesgos que supone un viaje como éste y a pesar de los intereses varios que provoca el turismo, especialmente en estas zonas.
Aconsejo prudencia antes de la contratación del viaje y durante el mismo. Y, sin duda, un toque aventurero en el bolsillo.

De momento, aterrizando...
Nunca se aterriza del todo cuando uno se acerca a las realidades de este mundo que guarda tantos absurdos. Y me refiero ahora a las desigualdades, a la falta de recursos esenciales, a la corrupción por dinero...

Y me llevo algo: Es gente buena.  A pesar del daño que ha hecho allí el hombre blanco... A pesar de que no se ha permitido evolucionar a un pueblo de forma natural. Con sangre o sin ella. Como hemos evolucionado, en cierto modo, los demás.
Un tema complejo y de análisis profundo. Sin duda alguna.

Lectura recomendada: El sueño de África de Javier Reverte.

3 comentarios:

VENTANA DE FOTO dijo...

No es lo mismo ver a estos animales, en plena libertad, que contemplarlos en un zoológico rodeado de barrotes...produce esta visión, bastante pena.

Me alegro de que hayas disfrutado...las vacaciones están para eso.

Besos

Campurriana dijo...

Gracias, Ventana. Es de esos viajes que deja el corazón encogido...

Campurriana dijo...

Estaba pensando que éste sería un tema "jugoso" para Ripley.
Un abrazo a ese cielo de Madrid.