Os dejo un enlace interesante. Me ha gustado cómo lo ha descrito Miguel Anxo Murado en La Voz de Galicia.
Quizá, alguno de vosotros no conozcáis la historia de As Encrobas.
Podéis ver las fotografías relacionadas en este enlace. Son impresionantes.
No puedo imaginar qué pensaría yo si me quitasen la casa así. Pensaría en esos expolios permitidos por el interés general. Y nunca llegaría a comprenderlo del todo....
Puede que haya que aceptarlo y punto.
Seguiremos charlando.
En aquellos años y anteriores expropiaban pueblos enteros por interés general para hacer embalses, también carreteras o aeropuertos. Por supuesto que había grandes injusticias, pero era lo que había.
ResponderEliminarCon referencia al papel de la mujer en aquellos años, todos sabemos como era, sobre todo en el mundo rural, trabajo duro, vejación y muchas veces maltrato. Por suerte los tiempos están cambiando, esperemos que no se vuelvan a repetir hechos como aquellos.
Un abrazo.
Son cosas del siglo pasado, ahora es todo más abierto y transparente, se vela más por la dignidad de las personas. Eso dicen.
ResponderEliminarBesos.
Lo cierto es que no conocía la historia. Debe de ser muy duro ver derribar la vievienda en la que tienes los recuerdos de toda tu vida.
ResponderEliminarMuy buen documento histórico.
Besos
No conocía esta historia. Gracias por difundirla.
ResponderEliminarConozco esta zona y a una de sus familias desde que era una niña y, supongo, será una historia como tantas habrá habido en este sentido a lo largo de todo nuestro territorio. Entiendo la lucha, la impotencia, la posterior resignación... El derecho al pataleo, esperemos no nos lo quiten. ¿Qué haríamos en España sin él? Muchas veces, es lo único que nos queda.
ResponderEliminarLo que pienso, Alfred, es que ahora somos más conscientes de lo efímeros que somos. De que el tiempo para nosotros mismos también es importante. No sólo estamos aquí para sufrir.
Eso ya es un avance enorme. Aunque, a veces, y por este motivo, nos tachen de egoístas.
No se es egoísta por cuidarse a uno mismo. Al contrario. Creo que, de este modo, damos lo mejor de nosotros.
Me he ido por otros cerros pero...viene a cuento también.