Con el zoom de la cámara capté este momento delicioso de la despedida. Recuerdo los aplausos del patio de butacas en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo y un gran número de bailarinas en el escenario, moviéndose con una delicadeza tan increíble que parecían muñecas de cajas de música.
2 comentarios:
como me gustaria conocer aquello...debe de ser precioso.
Un abrazo.
Cornelivs, guardo siempre recuerdos agradables de mis viajes. Éste es uno en forma de fotografía. No es de calidad, por supuesto, pero me sirve para vivirlo de nuevo de alguna manera.
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