3 de abril de 2015

Paseos cerca del mar...




Vienen tan bien cuando no lo tienes a los pies de tu ventana...
Me cuesta vivir en una ciudad sin mar. Es como si me robasen el horizonte.

Disfrutad de estos días, navegantes. Yo los he elegido tranquilos.

4 comentarios:

Douce y el Náufrago dijo...

Buenas tardes -casi noche-

Estos días he dejado esa ciudad de mar que sirve de horizonte.He cambiado monumentos de oro por horizonte.

Siento algo distinto que lo llevo dentro. Lo necesito de vez en cuando.

Aprovecha estos momentos lo necesitamos.

Que lo disfrutes

Ripley dijo...

El mar es un horror y el clima costero ni te cuento. Todo el día con la sensación de sal en el cuerpo, pegajoso, el pelo, -de cuando lo tenía-, encrespado, el pan se convierte en barras de cichle...yo no lo quiero ni en pintura, bueno si es de Sorolla vale.

Besos

Geus dijo...

Yo también, jeje. Bonitas imágenes, que disfrutes el finde.

Un saludo

Campurriana dijo...

Nau, esos monumentos de oro son también otro horizonte. Como las montañas, el Arte, la mirada de iguales y diferentes...
Benditos horizontes.

Ripley, supongo que podré pasar con el pelo encrespado si recibo los regalos marinos....jejeje

Gracias, Geus. Son unas vacaciones tan tranquilas que ni yo me lo creo...
:)